Joven e ilusionado cumplía su labor de entregar sus periódicos diariamente a quien correspondiese.
Su labor siempre fue justa e impecable, entregando de manera correcta cada noticia venidera.
Pero fue una mañana cuando todo cambio, todo dio un vuelco en su vida, una decisión la cual debía de tomar con responsabilidad.
Esa tarde, al doblar sobre una esquina solitaria se topó con algo realmente brillante, que bajo el reflejo del sol, su luminosidad se hacía eterna a sus ojos, era un guante diferente al resto, lleno de diamantes, de un blanco indescriptible. Tomo la decisión luego de pensarlo, lo tomo y lo guardo en uno de sus bolsillos, pedaleando hacia su hogar, aplicando toda su buena fe para lograr localizar a su propietaria.
Comenzó a pasar casa por casa, los más pudientes del vecindario, las de mejor adquisición, fue decidiendo y descartando hipótesis y ocurrencias, todo era bastante confuso, buscando respuestas sin sentido.
Muchas oportunistas quisieron persuadir su buena fe, para llevarse el botín, pero no lo lograron, demostró no ser tan inexperto como creía, confiaba en su objetivo, enfocado en lograrlo.
Pasaron dos días, les costaba mucho dar su verdadera dueña, insistiendo y persistiendo, preguntando a quien creía que debía ser su verdadera dueña.
Un día, ya caída la tarde, sucedió lo impensado, sobre un pequeño monte en las afueras de la cuidad, en una casa muy humilde, precaria y solitaria, lo llevaron al joven aventurero a preguntar por dicho guante.
En la casa, una señora pasada en años, pero vital y de aspecto alegre lo recibió, le permitió pasar y comenzar a dialogar sobre su búsqueda, dando por hecho que su objetivo estaba a punto de cumplirse, ella aceptando que en un momento de distracción lo había perdido, una de las cosas que le habían quedado de su esposo, quien había fallecido hace unos cuantos años, comentándole que mucho tiempo atrás su posición era muy distinta a la actual.
Ella atónita lo abrazo, le agradeció en una charla extensa lograron establecer una relación como de nieto abuela, dándole un sentido muy hermosos a su vida.
Comentarios2
Buena narrativa. Que parece mera realidad, no común en estos infortunados tiempos.
Un saludo Cordial Urquiza
Muchas gracias por su palabra querido DR. Salvador, algo simple y rustico, pero agradezco enormemente sus palabras y su tiempo querido poeta....un gran saludo para usted!!!
Es un buen ejemplo para muchas personas,
Que sin conocer aquel guante, lo hacen suyos.
Y es uno de los propósitos de la Poesía, que es, el inculcar valores.
Un abrazo amigo.
Ojala todos podamos inculcar eso, humildemente querido Sierdi, desde ya le agradezco enormemente sus palabras y su tiempo!!!
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