Sobre la mano
estabas, mariposa,
adormecida.
Era el descanso
después de un largo viaje
el que buscabas.
Y aquella mano,
(la tuya, la recuerdo),
se lo ofrecía.
Eran tus dedos
un nido de caricias
y de reposo.
Y tus pupilas
brillaban con orgullo
en la mañana.
¡Qué bello instante
dejabas con tu gesto
y en un suspiro!
Yo me acerqué,
despacio y en silencio
hasta tu lado.
Y contemplé
la magia de aquel acto
y tu sonrisa.
Busqué tus labios
robando de los mismos
una sonrisa.
Se abrió tu mano
volando hacia los cielos
la mariposa.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/07/23
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 18 de julio de 2023 a las 02:51
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, yunque, José López Moreno., alicia perez hernandez, MISHA lg
Comentarios2
Y contemple la dulzura de tu mirar
mientras me mirabas ....
después de haber depositado mis besos en tus labios....
belleza de letras poeta
gracias por compartir
Y tus pupilas
brillaban con orgullo
en la mañana.
¡Qué bello instante
dejabas con tu gesto
y en un suspiro!
Yo me acerqué,
despacio y en silencio
hasta tu lado.
Y contemplé
la magia de aquel acto
y tu sonrisa.
besos besos
MISHA
lg
Gracias a ti, Misha.
Un abrazo.
Gracias Rafael muchas gracias, saludos.
Gracias a ti, Violeta. Saludos.
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