Me acompaña luz difusa
como el de un tupido velo
y veo formas confusas
entre las sombras del miedo.
¿Será que me estoy marchando?
¿Será que me llama el cielo?
Hoy ya nadie me pregunta
porque acuden a mi entierro.
Escuchad almas vivientes,
no acudáis a un falso duelo,
y aunque os parezca dormido
os sigo oyendo y os veo,
porque soy quien va conmigo,
sólo abandono mi cuerpo,
y quiero seguir presente
a pesar de mi deceso.
Quiero seguir recitando
los versos que siempre invento
en esas tardes de otoño
del color del oro viejo,
viendo volar a las aves
que anuncian el frío invierno
y en el aire transparente
el aroma a pensamientos.
Me quedan cosas que hacer,
sin terminar no las dejo,
por eso voy de valiente
y hasta a la muerte la reto
porque no quiero morir
dejando a medias mi esfuerzo
aunque mis pies fatigados
calcen zapatos de muerto.
Amigos no me dejéis
marcharme con los misterios,
llevo el afán de osadía
con tanto qué hacer y quiero.
No permitáis que las hadas
que habitan en los infiernos
me lleven junto a las almas
del río de los lamentos.
Me rebelo ante la muerte,
quiero gritar y no puedo,
los sonidos también mueren
al igual que muere el tiempo,
más quiero seguir rimando,
quiero seguir componiendo,
aunque se entonen por mí
salvas con honor funesto.
Qué extraña se hace la vida
cuando la ves desde lejos,
cuando te queda un suspiro
y ya no duelen tropiezos,
cuando el interés no importa,
cuando juzgas lo grotesco
con la naturalidad
de lo justo o lo molesto.
No me agrada donde estoy,
no estoy bien donde me encuentro,
entre la vida y la muerte
en un mundo de silencio,
quiero estar junto a vosotros,
a vuestro lado y dispuesto
a vestirme hoy de luto
por despedir a otro yerto.
Acude a mí la nostalgia
entre tanto desconcierto,
se me confunden temores,
me afloran los sentimientos,
os tiendo mi fría mano
en postrer banal intento,
se os está yendo un poeta,
un amigo se os ha muerto.
Me llueve melancolía
con un pesar de tormento
y mi corazón con alas
quiere salir de mi pecho.
¿Será que estoy en el limbo?
¿Será que tengo un momento
para descifrar la muerte?
Preguntadme y os contesto.
El tiempo se va acabando,
lo voy notando y presiento
y aunque os parezca mentira
me voy ufano y contento
porque he podido dejaros
un adiós hecho soneto,
porque la muerte me ha dado
espacio para el recuerdo.
Así pensará el poeta
acerca de su talento,
pues cuando llega la muerte
no muere cuando su cuerpo,
se queda junto a sus obras,
sus obras siguen viviendo,
y es el poeta quien viene
cuando recitan sus versos.
- Autor: RICARDO V ( Offline)
- Publicado: 18 de julio de 2023 a las 11:02
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: Henry Alejandro Morales
Comentarios1
¡Magistral obra! Ricardo V, letras que me llevan sinceramente a pensar en el reto que nos pone la vida y el tiempo que nos presta la muerte, saludos cordiales y un fuerte abrazo mi Estimado poeta!!!
Mi agradecimiento sincero y profundo por compartir tu inestimable tiempo conmigo. Sentir y transmitir, es simple. Un abrazo allá donde estés.
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