Jardín de sueños eternos
deben ser nuestros días,
nuestros veranos e inviernos
saber pintarlos de alegrías.
Tratar de ser aún más felices,
cuanto menos llorar,
aprender, correr, volar;
a cada segundo mucho más amar.
Dejarnos de tantas boberías,
que lo pasajero no nos haga sufrir,
querer y alejar a la melancolía
para que sea positivo nuestro porvenir.
No dejar nada para después
y que si hay enamoramientos
ya sea que duren un siglo o un mes
no padecer arrepentimientos.
Alejar la mala suerte,
evitar remordimientos,
olvidar los rencores olvidables
y disfrutar de cada acontecimiento.
Celebrar la vida, los cumpleaños,
comer y brindar por lo que merece la pena,
cuidar los animales del rebaño
y regar las plantas nuestras y ajenas.
No contaminar el ambiente,
educar a nuestros niños,
elegir bien a nuestro presidente
y no mentir con un guiño.
En este mundo estamos de paso,
vivamos la vida,
que el odio sea escaso
y el amor no tenga medida.
Lograr que nuestra fe sea infinita,
no aferrarnos al futuro,
mucho menos al pasado
pues vivamos nuestro presente seguro.
Tratar que nuestra bondad
sea un largo trecho,
mostrar a los ancianos piedad
y entregar a la familia nuestro pecho.
Dar siempre el paso al frente
cuando se trate de la justicia,
apostar por lo puro de la gente
y eliminar de una vez la codicia.
Que viva la felicidad,
salud a nuestro espíritu inmenso,
borremos a la maldad
y regalemos un beso intenso.
Diviértete hoy y siempre,
nunca te hundas en el dolor,
que tu trayectoria perdure
y tu historia sea de valor.
Que la alegría viva en todos,
que sea nuestra bandera,
vivamos del mejor modo
y bailemos una noche entera.
JM.
- Autor: Juan Manuel Ledesma Mendoza ( Offline)
- Publicado: 18 de julio de 2023 a las 18:24
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Henry Alejandro Morales
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