Oda a una planta silvestre

Manuel Valles

Apareció un día

y mis ojos se alegraron de verla

y allí estaba...

indefensa

diminuta

siempre sumisa a la voluntad del sol

y del viento.

Apareció un día con la lluvia

y al poco tiempo

se fue apenas el frío

comenzó a helar el verde de sus hojas

y el morado

de sus pétalos pequeños.

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Comentarios +

Comentarios1

  • Alberto Escobar

    Eso suele ocurrir, ingrata vida. Un saludo Manuel,

    • Manuel Valles

      Hola Alberto. Muchas gracias por tu comentario. Sí, la vida tiene algo de ingratitud cuando las cosas bellas nos las presenta tan efímeramente. Saludos y un abrazo.



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