Todas las noches, de miércoles a domingo llegó al Seven Eleven del jardín Juárez, pido un litro de leche y una bolsita de Corn Pops (para mí desayuno a la mañana siguiente) también pido un litro de agua y un café negro, así, sin nada, el puro café.
Todas las noches de miércoles a domingo llegó a una banca del jardín Juárez a tomar mi café y a escribir (o tratar de escribir) algo en lo que me tomo mi café, y a veces, una o dos de esas noches, se acerca una chica de vestido rojo y cabello negro, solo saluda y me pide un cigarrillo, se lo fuma a mi lado mientras me pregunta: "que tal tu día" y yo le respondo que todo bien, ella a veces me dice que está muy muerto, que no hay clientes, otras veces me dice que está muy cansada ya que no ha parado en toda la noche, a veces la veo con un golpe en la cara, ya saben, un ojo morado y uno que otro moretón en sus bellos brazos blancos, dice: "ni modo, gajes del oficio".
Hace un mes me enseñó una foto de su hijo, un chavito de 9 años, ciertamente guapo el plebe, dice que lo deja con su madre pa salir a trabajar.
Ella no espera nada del padre, ya que no sabe quién es, pero a ese niño nada le hace falta, ella me presume que lo llevo a México a pasear, a la laguna de Chapultepec y al museo de cera, hubieran visto la cara del niño en la pequeña pantalla del celular de ella al estar cerca de Freddy Krueger, todo parecía felicidad a pesar de estar a las 3 de la mañana platicando con un guardia de cantina que se para en el parque a tomar café, a veces encuentras una voz amiga en los lugares que menos esperas.
Y por qué estoy escribiendo ésto?
Anoche salí de mi humilde depa a comprar cigarros y leche, llegué a el Seven Eleven y me tope con una amiga de ella, una chava morena de cabellos rizados, y al verme se desplomó con un llanto bastante doloroso, ya que se calmo le ofrecí un cigarro y le pregunté que era lo que le pasaba, y ella me dijo que mi amiga de vestido rojo había sido asesinada, salió a trabajar a puerto peñasco y de ahí se fue con unos tipos a Tijuana, que la encontraron en un motel de mala muerte en Otay.
¿Que cómo me siento?
Eso que importa, lo que yo sienta no significa absolutamente nada, no tenía una relación sentimental con ella, pero era un ser humano hermoso, y que no merecía acabar así, por el hecho de ser una prostituta.
Así que desde éste pequeño espacio te dejo un pequeño escrito y un cigarrillo encendido, pequeña dama blanca de vestido rojo y cabello negro.
"Poule"
-Eres flor que solo abre sus pétalos al fulgor de la luna, una flor de papel que noche a noche nace, crece y con el alba de un nuevo día vuelve a morir, en un bucle de olvido y pena, de placer y vela.
Eres el alma de la noche, la astucia de saber que nada en la vida es gratis y el costo suele ser pequeño a comparación de la gran satisfacción de cumplir fantasías que las mujeres "decentes" jamás harían.
Mujer galante, mujer pública, gracias por dar ese toque de belleza a nuestras calles nocturnas y por ofrecer la carne que el hambriento o el desesperado busca.
Por qué hasta el nazareno redentor pasó incontables noches al lado de esa flor de carne en Magdala.-
Eternas lunas.
- Autor: Sepu (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de julio de 2023 a las 13:39
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Ed-win
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