Los Rosales De Mi Corazón
He llegado una vez más a recoger, los últimos pétalos de las rosas de Junio
La saludó y le hablo, esperando que me recuerde, que no se marchite la flor del amor
El dolido jardín está abandonado, ya nadie le cuida se perderá en el olvido de la tarde
Perfumando la soledad de mi vida, que falta que me hacen sus largos pétalos, lleno de amistad, amor y pureza.
Volví a tocar sus espinas, sus ramas llenas de odió, el grito de la tarde, entre el tiempo que se va muriendo
Pensar que un día fue un hermoso rosal, podadas por mis manos labradoras
Se enredaron en mi corazón, nutriéndose de mi sangre, dejándome un profundo dolor y penuria en la vida
El tiempo, el aire, el agua y mi amor las han hecho revivir nuevamente, que alegría de ver sus capullos en flor.
Mis arrugadas manos, araron la tierra fértil llena de sol veraniego, germinando las rosas
Te vi nacer pequeña flor, acariciando mis sueños, yo siempre te cuide, pode tus espinas y limpie tus hojas muertas
Por ti escribí mi poesía llena de melancolía y luz, con mi sangre roja y mis uñas sucias de tierra fértil
La angustia florecía una vez más, entre rosas rojas nacidas en esta tierra que un día fue mía.
Las rosas mueren, sin mi viejo amor de verano, yo seguiré viviendo entre el perfume de tu tierra
Solo queda el silencio de la casa, sin puertas, ni ventanas repintadas, ni un pobre recuerdo de amor
Las hojas caen llenando mi voz viuda, sin pronunciar nombre, en la noche oscura, sin piel ni deseos
Tengo miedo que se enfermen las rosas y las abejas no tengan su polen para alimentar a su colonia.
Estas manos llenas de arrugas, recortando espinas clavadas en las arterias de un camino sin retorno
Ya no llegaran las mariposas a nutrirse de su sabía y el sudor de sus alas fecundas será olvidado
Te regué con mis lágrimas, esperando que nazcas otra vez en tú vida anual y no seas una obra de arte olvidada.
Tus raíces profundas y vigorosas incrustadas, en la tierra, hasta llegar a mi corazón, a darme vida.
Que no se marchite tu desnuda rosa en este verano, después de tantos años, seremos recordados, en las hojas de un viejo calendario
Cantan los pétalos mientras van mis viejos besos olvidados, en estos días que celebro, levantando la rosa roja
Con tus acúleos hare una escalera infinita hasta llegar a ti compañera.
Te vi nacer en mi triste soledad, hembra mía como la espiga de mi última rosa.
No digas, que me amas, si tus pétalos no estás entré las páginas de algún libro lleno de amor
Tus espinas se clavaron desangrando mi corazón herido, que ha esperando por las lluvias de junio
Con mis dulces manos acaricie tu flor, hasta llegar a la mariposa de tu pubis
No grites, no llores que son las manos de un viejo labrador de tu tierra.
Qué ama las rosas, como si fuera la única flor de su vida otoñal.
Brooklyn NY Julio 17 2023
Derechos Reservados Del Autor
Poemas Peregrinos Pantaleón.
- Autor: Poemas Peregrinos Pantaleón. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de julio de 2023 a las 18:17
- Categoría: Amor
- Lecturas: 5
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