Volverán las engreídas primaveras,
y al templado canto de la tórtola,
yo volveré al amor que te proceso,
y los ríos seguirán con su prosa.
De mi sangre saldrán tus sueños,
y en un valle de árboles y sombras,
rasgarán, batallando, los amores
donde fueron primaveras eternas.
Mi amor alado, de pluma salvaje,
mi clamor tan enamorado...
Se fugarán llenos los errores,
quedará mi corazón y el desparpajo,
la sombra que persigue la tarde;
seré viento fuerte, levante,
tal vez un atrevido poniente
y el mirar de tus nubes celestes,
centellas que alumbran a raudales.
Por un invierno y caminos...
por un sorbo del color que agoniza,
yo he visto partir promesas y risas,
y un grito en el alma del que suspira.
Como enjambres vuelan para verme,
suspiros por los que hoy muero.
Y como ayer, que también voleteaban,
y como siempre, tan prisionero.
Tu amor es el nudo que ata
mis dos mitades:
la del oscuro ocaso, la de tinieblas
de odas y carne, y la divina,
con la que cada mañana nazco.
Una batalla medio perdida,
un corcel medio lisiado,
tu amor es un jilguero que vuela,
que vuela sereno, que vuela
con el sol de mis abrazos.
- Autor: poetalibre ( Offline)
- Publicado: 22 de julio de 2023 a las 09:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Sierdi, Henry Alejandro Morales
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.