LOS SIGNOS DE ESTE SIGLO SEXTA Y ULTIMA PARTE

RENNY LOYO

SEXTA PARTE

El Reencuentro

 

Aquí en este alumbrar de sombras

donde yacen los colores diversos de la piel

apareces con tus huesos y guaruras

la suerte está echada y la historia vuelve andar.

 

El tiempo no cambia

la madurez permanece intacta

vuelven viejos rencores

son los mismos de siglos pasados.

 

Aunque gritéis

no oirán

sino es música de su agrado

empuñaran sus dientes apara afincarla en la piel.

 

Es el tiempo que se repite

ya no sabes si es o no es de tu sangre

dominan la idea

maniatan los pensamientos.

 

Secuestran la noche

afilan puñales de día

embarran de porquería las instituciones

se dicen héroes.

 

La naturaleza son sus peores enemigos

los muertos no merecen oraciones

sus huesos son armas desparramadas

son los signos de este siglo.

 

No hay sorpresas

no existen oraciones validas

las cruces se confunden con cualquier esvástica

las oraciones ya no funcionan.

 

Son los tiempos

otros Cristos con otros discursos

no se sacrifican

no pagan pecados de otros.

 

La sangre solo es un chorro de color

no importan de donde viene

el gozo es disfrutarla correr

resulta un gran trofeo dibujarse cruces con ella en escudos.

 

Son los nuevos tiempos

nada terrible hay en ello

las redes lo venden como moda

tu suerte es cruzarte con la jauría.

 

Las calles son campos de batallas invisibles

los enemigos se defienden

el fuego emana de otros

y los culpables son los quemados.

 

Es la rara lectura del siglo

es la información de una época

es la inversión de la imprenta

ya nadie sabe leerla verdad.

 

Es la hora de la verdad trastocada

famélica forma de modernidad

los signos han cambiado

la muerte es el trofeo de los líderes.

 

Los cambios acechan desde hace rato

los transformados quieren que nada cambie

no ven la justicia

no calculan el tiempo de parar.

 

Son los signos de este siglo

los templos imploran riqueza

los pobres paz

y los que más tienen más.

 

Las masas imploran

los virus los detienen

el mundo es encapsulado

la muerte es globalizada.

 

La historia no tiene fin

pero es el fin de la vida

el nuevo orden se impone

las fronteras son calentadas.

 

La esperanza se horroriza

la humanidad se mantiene en pie,

resiste los pinchazos

y se entrega a Dios.

 

El fetiche de los santos se alborota

las redes explotan,

las verdades se tergiversan

el hombre se encomienda.

 

No es el fin, no es el comienzo

es la época loca indeterminada

es la historia pariendo

locos y aberrados por el dinero.

 

En esta amortajada vida

todo sigue su camino

los que luchan, se sostienen

y los derrotados como la plaga, se multiplican.

 

Yo moriré por ti

por tu suprema felicidad

no me traiciones entonces

empuja la patria y no retrocedas más.

 

Yo caí en una guarimba

es triste recordar

mi asesino anda libre

y yo ando en libertad.

 

Pero vivo mi muerte

para contarte esta historia

porque llevo en mi gloria

la bandera de la victoria.

 

Podéis recordarme

aunque no me halláis conocido

como un soldado del pueblo

que jamás en un cuartel ha vivido.

 

Eso somos todos

soldados de la patria

dando lecciones de humanidad

para calmar la barbarie de la burguesa ansiedad.

 

No te detengas,

no te canses,

mira adelante,

porque triunfarás.

 

POEMARIO

LOS SIGNOS DE ESTE SIGLO

Renny Loyo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Autor: RENJOSLO (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 23 de julio de 2023 a las 08:35
  • Comentario del autor sobre el poema: PRESENTACIÓN OFICIAL La poesía venezolana. La poesía no debería tener nacionalidad ni territorialidad, porque ella tiende a describir, expresar, dibujar, clarificar imágenes de la conformación espiritual de la humanidad; pero es claro que esa mirada es crítica, creativa, inventiva, delimitadora de mundos, es histórica y territorial. Es por ello, que bajo la definición y descripción de las estructuras de los discursos: el uso de formas de expresión, los valores manifiestos, podemos distinguir los matices y diferencias de la expresión poética según tiempos y regiones. La nuestra, la venezolana está marcada con la teorización y delimitación que en el inicio de la república realizó el entonces joven intelectual Don Andrés Bello. Quedó plasmado su signo en Alocución a la poesía y la Silva a la Agricultura de la zona tórrida. El carácter de nuestras letras queda dibujado en el trabajo critico de Simón Bolívar en su Carta al poeta Olmedo, donde fija un sentido y un horizonte que se desprende de los moldes y modelos clásicos de la literatura. Una poesía y un ejercicio crítico para nosotros, habitantes de la zona tórrida. Hombres y mujeres que con Bolívar luchaban por la descolonialidad. No podemos ignorar los aportes realizados por Don Simón Rodríguez en el campo educativo que fijaba otros modos de ser y objetivos de nuestra educación y formación. Inventario poético. La poesía guarda una estrecha relación con nuestras vivencias, sueños, aspiraciones, ideales y decepciones. Muestra y devela lo más profundo de nuestro ser y nuestra cultura. Incluso lo que aún nosotros mismos no nos atrevemos a reconocer ni logramos identificar. La poesía nos despierta a esa otra mirada que apunta a los sueños y otros paraísos y paisajes; pero también describe e intuye, dibuja los perfiles de los temores y miedos. Nuestras pesadillas. Leer al poeta, dramaturgo, ensayista, docente universitario, líder social, político, al dirigente cultural Renny Loyo, no es tarea fácil. No por lo difícil o la comprensión de sus escritos. No. Todo lo contrario. Es por la polisemia. Por la diversidad de sentidos que se nos abre con la lectura. Allí están, tanto los temores como los anhelos y el forjamiento de una voluntad que busca creativa, critica, social e históricamente su razón de ser y la justificación de sus propios sentidos como existencia. No es la queja. No es el dolor sino la postura frente a las contingencias del momento histórico y la determinación de sostenerse en la construcción de mundos mejores. La poética de Renny Loyo, lucha con una tradición que se impone desde Don Andrés Bello. Que con Simón Bolívar y su carta al poeta Olmedo gana espacio crítico y dibuja el perfil de una poesía, de un cantar distinto, fundacional, descriptivo, celebratorio de nuestra tierra y el mundo, que con la herencia de Bolívar aprendió a ser auténtico y profundo, a ser crítico y revisar los sentidos de la existencia. Esa resistencia contra la resignación, la tristeza es el cambio y signo poético de la última poesía de nuestro creador larense (radicado en Portuguesa desde 1987). Una nueva sensibilidad se abre paso en la historia poética venezolana con este libro. Un cambio con la estética de Tráfico: “Venimos de la noche y hacia la calle vamos”. Ahora viajamos no a la calle sino a nuestras fuerzas, esencias y fundamentos. Da un giro con la cerrada y conforme derrota de Rafael Cadenas. Aquí la poesía no se resigna. Se interroga, no afirma. Más atrás esta la invitación de Lazo Martí: “Es tiempo de que vuelvas, es tiempo de que tornes”. En este lado tampoco es un proyecto de reconstrucción. Se aleja de “La silva a la agricultura de la zona tórrida o la Alocución a la poesía de Don Andrés Bello”. Es por eso, que nos leemos e interrogamos en estas páginas. Lo hacemos no como poetas y personas, sino que se extiende en el sentir y la interrogación de un pueblo y de una cultura. Ese giro es el que queremos mirar... “Los Signos De Este Siglo” El poemario del Dr. Renny Loyo nos enfrenta a los dilemas y angustias, a la espiritualidad que nos embarga como sujetos y como nación. Esas inquietudes, esos resquemores, esa angustia y ahogado grito, hacen que el poeta se confiese en una "A manera de presentación" y donde fija los horizontes de su escritura. Un ejercicio de inteligencia y espiritualidad que lucha contra la desesperanza y los signos trágicos; con lo que, pareciera ser el destino. Frente a ello, la construcción y la lucha del hombre es forjar sus caminos y su dirección. La primera parte lleva como título "Es derrotada la aspiración de la eternidad" que comprende desde la pág. 9 a la 17. Nos enfrentamos al irreductible malestar y conciencia de haber perdido la ruta de la trascendencia y por tanto del sentido y la felicidad. La segunda parte: "Nunca mueres, aunque caigas dos veces", comprende los poemas desde la pág. 18 a la 22, deja constancia del ánimo de lucha y construcción de nuestro espíritu de resistencia y auto construcción al tiempo que se abre en nuestro horizonte, lo peligroso, lo perdido, lo inhóspito de una vía que no revela los signos de la vida, del vivir viviendo, sino más bien en lo contrario, en el vivir muriendo. Pero frente a las contingencias, a la dureza y aspereza del sin sentido y la futilidad en la que se ha convertido o resultado la existencia, Nuestro espíritu se levanta y de ello da cuenta la tercera parte de este magistral y aleccionador libro. Me refiero al "Rescate de la esperanza" cuyas páginas van desde la pág. 23 a la 27. Lo que particularmente me resultó corta, pero compensa esa delimitación el curso irrefrenable e incontenible del acontecer, del asumir y construir. Me refiero a la cuarta parte: "A tu encuentro". Que resulta además la más larga. La más detallada. La que concentra este presente de sobreviviente y larguísima lucha. Que nos muestra sus rudezas y dolores, pero también marca la construcción de un destino y, sobre todo, de una inquebrantable voluntad que forja su destino. “A tu encuentro” abarca desde la pág. 28 a la 36. Esta parte del libro me impactó y creo que es imprescindible la lectura el recitado y análisis de poemas como Fin de año y Bajo el signo de la memoria. En otro de los bloques no puedo dejar de notar Guerras. Interrogantes. Allí estaremos frente al espacio y acción practica y real por el mundo. La quinta parte incluida casi al terminar estas líneas que va de la pág. 37 a la 42, en esta parte del libro titulada: “La despedida”, el poeta reflexiona como la naturaleza se enfrenta a las adversidades de una inhumanidad que se abate contra ella, con el firme propósito de construir la modernidad; destruyendo lo que ella contiene para el vivir viviendo. En este canto, el hombre despechado llora el desamor y el sabor amargo de un huir de la patria, de una muerte sin sentido, sin propósito claro, solo la muerte por odio, de unos contra otros, sin saber por qué se es odiado. Sin embargo, no hay tiempo para lamentos, el poeta cree que hay algo adelante, más allá de la muerte, pero en la tierra, que puede blandirse como bandera y es la vida misma. En la sexta y última parte de este poemario, que va de la pág. 43 hasta la 50, titulada “El reencuentro”, para el poeta Renny Loyo, la historia se repite, parece reencontrarse a sí misma, la fiera del hombre moderno y ambicioso no puede controlarse. Los nuevos héroes del mundo son los asesinan sin ningún motivo. Dios no se hace presente, y las misas se ausentan de sus espacios naturales. El poeta reflexiona sobre los signos de este siglo, nada tienen que ver con la humanidad y la sensibilidad. Se muestra como es, expone su rostro, cierra su canto general con estas palabras: No es hora de rendirse/Ni de llorar/Ni de sentir/Solo gritar ¡Quiero vivir! Creo honestamente, que esta escritura marca un antes y después de un ejercicio poético. Marca un cambio en nuestra estética y nuestras tradiciones. Me considero altamente afortunado de poder vislumbrar este seguro giro de nuestro ejercicio poético que nos dibuja y delimita como colectivo. En los versos de Renny Loyo, está la angustia, los sueños, las decepciones, la sentimentalidad, la espiritualidad y la cultura del ser venezolano. Poeta Héctor López Mérida, octubre, 2021 Sobre el poemario Inédito LOS SIGNOD DE ESTE SIGLO
  • Categoría: Sociopolítico
  • Lecturas: 5
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1

  • RENNY LOYO

    Gracias Omaris Redman



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.