Lloran los robles
ancianos, de los bosques,
tan solitarios.
Hay gruesas gotas
que salen de sus ramas
hasta los suelos.
Y por el tronco
el agua se desliza
entre los musgos.
Troncos tatuados
de robles y notarios
de mil encuentros.
Yo los recuerdo
de estar bajo su sombra
en el verano.
Y susurrar
palabras y caricias
a quien amaba.
También llevé
arrugas de mi alma
algunas tardes.
Preocupaciones,
problemas y mil dudas
de juventud.
Y, por supuesto,
el llanto de aquel niño
en primavera.
Hoy, es el bosque,
de robles centenarios
el que ahora llora.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/07/23
Comentarios2
Hoy tu poema hermoso y la foto va aunada al sentimiento...me encantó Abrazo del alma
Gracias Lale.
Un abrazo.
Se tienden al paso del niño hecho hombre le recuerdan sus risas y cantos aquellas danzas bajo sus ramas de felicidad
hermosas letras poeta
bello domingo para ti
gracias por compartir
Hay gruesas gotas
que salen de sus ramas
hasta los suelos.
Y por el tronco
el agua se desliza
entre los musgos.
Troncos tatuados
de robles y notarios
de mil encuentros.
besos besos
MISHA
lg
Gracias Misha, es como dices.
Abrazos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.