Testigo de su existencia.

Emmanuel Tor.

Don quijote decía; 'confía en el tiempo, suele dar dulces salidas a amargas dificultades' lo recordaba mientras observaba desde la azotea de mi casa el paisaje, los cerros y los árboles, árboles poesía natural, belleza en su interior union de corazón a corazón con la tierra gracias a sus raíces. Ni la tala mata la conexión así como los amores imposibles. Cómo lo decía sabina; 'y morirme contigo si te matan, y matarme contigo si te mueres. Porque amores que matan, nunca mueren.' 

Observe a mi al rededor y veía el sueño cumplido de papá, indigno me sentí y don Quijote volvió a tener razón al decir que la ingratitud es hija de la soberbia. 

Papá cortaba el pasto y a mi lado estaba mi fiel y único amigo, mi perro. Con su mirada conocí la pureza y la simplicidad del amor sin condición. La mirada es el lenguaje del alma, bello paisaje también habita en nuestros interior hasta en el ser más malo. Deje de ser de un sitio cuando lo que buscaba lo encontré en mi ser.

Levanté la mirada al cielo, la brisa mojaba mi rostro y de mis ojos lágrimas salieron. 

Cuando cerramos los ojos, vemos con el alma. Al hacerlo recordé mi pasado y comprobé también que la burla no dura mucho, a quel que ríe de la caida ajena, mañana gatea. Gateando dereotadamente una noche a dios le dije; 'no falta la esperanza en mi humillación, dame un nuevo corazón. Solo rociame con agua y quedaré limpio, lavame y quedaré más blanco que la nieve, haz que sienta otra ves jubilo y gozo y borra todo rastro de malicia.' Salmo 51.

Me sentí vivo y aprendí a qué por medio del silencio y de la observación dios nos habla, sus milagros son misteriosos no hay que entenderlos porque no podremos, solo sentirlos porque no lo vi y no me hizo falta verlo para creer, testigo soy de su existencia pues un hombre frío y malicioso ha vuelto a sentir y llorar. 

Estoy solo, no me duele ya nada, perderán su tiempo quién trate de impresionarme o quiera darme mi merecido, por qué perdón pedí, y mi merecido es cosa mía y de Dios .

soy feliz como felices son los que en el se refugian. Rebelde fui y así pense ser siempre, no me di cuenta cuando deje de serlo, ni tampoco cuando empecé a hablar de Dios. 

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