DOMINIO

Rosas en el manantial de tu mirada

Estuvimos cuando nació el tacto con el viento

Vimos la caricia de los colores

Dulces como la miel de la sidra

 

Dispersamos los susurros escondidos

Donde se enarbolan las comisuras de destinos amargos

Dominamos los temblores de las cúpulas

Porque las miradas se divinizan si nos ven

 

Decimos que el amor es extremo

Cuando el cálculo de las horas se desvanece

Profesamos las palabras y el conjuro se creo

Se armó la superestructura del presente

 

La voluntad se hizo en su bienestar

Y los corazones devolvieron el latido

Sentimos el cristal del manatial

Firme y cálido como un grito ya explorado

 

Condicionamos a las aves lejanas

Mientras los astros intentaban seducir a sus esferas

En las orillas se hizo una pregunta

Y fueron las olas en sus suspiro la respuesta

 

Vimos cómo se extinguieron los detalles

En las palmas de las manos los signos se tatuaron

Para sostener la unión de estos ríos

Ahora sostenidos en la vida y en la entrega