De los 15 a los 25. Poema N.6

Quisiera poder decir que no te quiero, pero veo tan difícil intentar mentirme.

Cuando te vas, no dejo de pensar en ti, quizás es porque vives aquí.

Podríamos intentar otra receta, seguir cada quien su camino y despedirse, decirnos por fin 'ya hasta aquí'

¿Por qué me preguntas que quiero yo?

Si sabes que siempre te voy a escoger a ti.

Te dejé la culpa a ti, por si alguno llega a morir, no tener yo la culpa.

Estoy hambriento y eso que anoche cené.

Toma mi vida, o; aléjate de mí, piensa muy bien que vas a decidir.

Yo ya escogí.

Cuando te marchaste, te dejé ir.

No fui tras de ti.

Tu fuiste quien regreso.

No te puedo mentir, todas las noches te veía.

En pensamientos o en ego, en sentimientos o recuerdos.

Piensa muy bien que quieres para ti, y; más o menos me dijeron a mi, trabaja en ti, porque tú no te preocupes ya te demostré que para ti ahí siempre estaré. 

Te fallé, claro, no hubo acuerdo, no hay palabra.

¿25?

¿Que dices que a los 25?

Claro que sí, en 3 años ahí estaré para ti.

Realmente si me preguntas a mi, lo que te diría es que la determinación y la obstinación, no es una virtud, es una habilidad, lo que sí es una virtud es la capacidad de discernir.

¿Yo?

Yo ya escogí, ignorar cuando sea de haber, amar en los caso que haya amor, hablar cuando se tenga que hablar y pelear cuando de guerra se deba de hablar.

Quizás esto sea madurar, quizás a esto se refieren los de mi generación cuando voltean arriba y ven a un amargado.

Ojo, no digo que me des igual, digo que te voy a dar lo que por bien vengas a ofrecer, con la ventaja de que a ti, malditamente siempre te voy a querer.

Hay que aclarar un último punto ya para terminar, esto no es un poema es una carta más bien, que no tenía donde más escribir, en esta redacta más bien todo lo que siempre te quise decir, pero ya sabes, nunca pude más que escribir.