Desde que comencé a pensar en ti, comencé a creer en mi, desde que te metiste como un sentimiento en mi mente, me enseñaste a amarte siempre...
Me enseñaste que el amor es luz, que mi mundo no gira si no estás tu, que el amor es la respuesta y la llave que abre todas las puertas de mi corazon, me enseñaste a volar en el viento para atrapar tu aroma, a enredarte en mi pensamiento y a convivir con tus sueños.
Me enseñaste que abrazado a tu cintura todo parece una fiesta, qué al mirar en el horizonte de tu mirada puedo dibujar una sonrisa en mi mente de la que hoy soy esclavo, que de mi alma solo pueden brotar poemas para ti, me mostraste como mi ser suspiraba con intensidad, con fuerza y que tú lo sintieras aun estando lejos, me enseñaste que la magia esta al alcance de mis anhelos, contigo he aprendido a volar, a encontrar las ganas de luchar y lograr mis metas.
Me enseñaste a gritar de alegría, a confesarme en tu silencio, a conocer todos tus secretos desnudando tu esencia, me enseñaste a conocer cada parte de tu cuerpo, cada rincón de tu alma, cada centímetro de tu piel, a vivir en tus labios, a pasearme por tu cabello, a desnudar tus afectos, a acariciar tu sombra, a perderme en tu voz, a navegar en tus miradas, me llevaste a conocer tu ternura metiéndome en tus adentros y así saborear tu locura.
Me enseñaste a disfrutar de cada instante de mi vida, a levantarme después de cada caída, que las cosas que pasan en mi vida son el resultado de mis decisiones y que nadie se cruza en mi camino por una simple coincidencia, me enseñaste a construir el perdón, a sufrir por tu ausencia, a confundirme en tu silencio, llenaste mi vida nuevamente de ilusión aunque tengamos que vivir separados y que la distancia es solo un pretexto para extrañarte.
También me enseñaste a contar los días y las noches para verte pero nunca me dijiste como vivir el calvario de las horas sin tenerte, me enseñaste a renacer un suspiro de mi pecho en cada "hello" pero no a sobrevivir con el puñal de cada "cuidate mucho" clavado en mi corazón que hoy te extraña, me acostumbraste a tenerte y a convivir con tu imagen y ahora como arte de magia te esfumaste, me enseñaste a amarte, a tenerte a cada instante al alcance de mis brazos y ahora te escurres como arena entre mis manos, me enseñaste a compartir mi vida junto a la tuya pero nunca me enseñaste a soportar el dolor de tu partida.
Tu mi vida me enseñaste de todo... De todo excepto a olvidarte.
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