Tal vez no lo sepas pero cuando sonríes
los cielos que para mi son siempre grises
se iluminan y son más azules que nunca;
mi corazón que suele ser indiferente
comienza a latir precipitadamente
y es tu nombre lo único que mi alma escucha.
Antes de darme cuenta
te busco, ansioso, entre mis pensamientos
y es ante el recuerdo de tu rostro
que mi espiritu renuevo
pues hay en tu sonrisa
ese misterioso fuego
que aleja
todo invierno
y devuelve la alegría a mi corazón
y la luz a mis sueños.
Yo que no creía en el destino
hoy le agradezco el haberte conocido
y aunque no lo sepas e inocente me sonrías
has llenado de propósito mis días,
¡todo mi mundo por una sonrisa, por una vida contigo!
Comentarios1
Intensa melancolía sentida en tus letras. Radiante y adormecida poesía. Elegante definición Hermoso poema. Saludos.
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