Por las esquinas difusas de los sueños
Tan cerca la mañana, vino conmigo
Su imagen en cuerpo y alma revelada
Con sus pies posados sobre el trigo
Hojas verdes, frescas al sonoro viento
Volaban como homenaje a la sirena
Remolino de vaivenes y de quedarse
Aferrado a ella, con voluntad cadena.
Ocasos ya pasados, Albas que se retiran
Recuerdos que la noche ha cubierto
Susurros ocultos cuál azules estrellas
Nada fue mentira, lo nuestro era cierto.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.