No es que salte (me interesa
esa otra parte, la que se hace extensa
y llena páginas, desordena
el ansia que en ti opera
porque velas a este muerto
y no hay cadenas de silencio
cuando siento que me vierto sobre un texto
hasta toserte lo que sea
porque aquí soy yo el gobierno.)
ni sorprenda ya esta cara
nada suficiente; no es que tenga
una manera de perderme
si es solo ahora mis poderes,
si pienso en la soga tal vez siempre
haciendo algo que aborrezco:
el levantarme y dar ejemplo
cuando a un tiempo todo sucede
sin saberlo tú inconsciente
de que muerdes el césped
y te vas con los peces adonde hibernen...
No es quien tiene
sino quien debe
esforzarse y ser persona,
trabajar para sí propio,
poner el reloj en hora,
limitar su territorio:
es vital y si no es deshonra,
que no invitar me va a hacer de oro
tras esta ronda
en que el desazón me ganó a la fuerza
de batallas sin un arma
(de todo esto qué concuerda)
simulándome más fresco
con las líneas que te ofrezco
a ver si puedes tú con esto...
Me guardo algo cuando por vergüenza no contesto
y no es exacto del todo lo que muestro,
ni interesante: no hay piezas de repuesto
que a esta máquina le valgan;
no es ser honesto despilfarrar todo el salario
cuando en los barrios de ruta céntricos
no cogen más mortales
y todos salen ya de fiesta
sin respuesta de esos aliens,
responsables de su audiencia
por tan solo molestarse,
tragar tierra
y lo demás cosa de santos
aureolados en su estampa...
No más hablar de mí sin aire
para demostrártelo, que soy culpable
y tú quien abre
de mi mente las puertas a otro plano.
Me he hecho grande
cuando era un enano
que por solo alarde
tiene a su madre
entre sus hermanos.
Si nos enredamos
al final va a ser lógico
que acabemos mal.
Ya preveo el desastre
mañana temprano
un nuevo día a ver lo qué me trae,
que yo ando descalzo
aunque sea sobre clavos
y ni aún así me alcanzarás...
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