Si la fortuna favoreciere,
montaría el primer vuelo de la noche,
apuraría cabalgata de gaviotas
para en tus brazos dormir.
Si así fuere, aliviaría el castigo de Prometeo
Llevado en pecho, como espina clavada
de largo despecho.
Oh, amor, descubierto tus ojos,
besos, cuerpo, pensamientos, alma,
libre de culpa, eterna tristeza.
Si encontrare el tesoro escondido
tu amor fundido en las rocas,
seré mar bravío,
horadar coraza provoca,
entrar contento, besarte la boca,
lamentar los tiempos
saboreado los besos.
Postrado en tus brazos,
eterna noche me atrajo,
tus ojos alegres, murmuran bajo,
no interrumpes mi sueño,
tu canto, tu concierto
eres sirena, eres el cielo.
No despertaré
ni despertar quiero,
importa si duermo, con tu canto muero
librado por siempre, dolor lisonjero.
Te digo mi sirena, la paz has dado
yo más quiera, en tus brazos está,
bésame, último castigo, haber tardado,
cargado esta pena, bajado y subido, sin mirar al mar
donde siempre había estado tu lecho y tu nido,
y por no mirar, tanto lo sufrido.
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