Nada pasaría si ahora mismo Dios me llama,
que en paz me voy, con tranquilidad lo confieso,
porque no dejo deudas, ni enemigos que conozca
y en mi alma seguirá encendida mi llamarada,
y en el más allá llegaré con renuevo, y quedaré intacto
ante los embates que me fueron otorgados
en esta vida, y en lo novedoso de ese paraje,
hallaré a los amigos que ya hicieron el éxodo
antes que yo y será nuestro reencuentro;
cantaremos sin cesar la belleza de la creación,
compartiendo el gozo que llevamos,
repletos seremos del amor que nos conmocionará,
correremos sin cesar atrapando mariposas,
beberemos de los néctares del orbe
y degustaremos el aroma de los capullos,
sin preocupaciones colmándonos de riquezas;
es por eso que gustosamente me voy si me llama Dios,
sin olvidar a aquellos con los que he compartido
mis momentos, que cada alegría y gozo que he degustado
justifican hoy, por si acaso tengo que decir el «adiós».
- Autor: GDA ( Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2023 a las 14:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Dr. Salvador Santoyo Sánchez, Lale Neda, Hugo Emilio Ocanto
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