Bajo la luz de la curvada luna

Bajo la luz de la curvada luna

refulgía cual aurora, agua mansa.

Destellos de simpatía, oscilaban,

revoloteaban una inerte figura

El calor de la noche evaporaba

las sensaciones inicuas breves.

La sed de un amor a intervalos,

insinuaba en la posición umbría

Y en esto la lejana figura se movió,

quebrantó su anatomía y sentido.

Quise aborrecer su rostro lejano,

su esbelto perfil, entre sombras

Luces cenitales bruñían los rubios

cabellos al etéreo donaire.

Vagamente se movía hacia mí.

No esperaba a nadie, ni a nada.

El desafecto se acortaba, impasible,

entre las luces de insonora fiesta.

Por entre los fracasos emergentes,

sentimientos impúdicos, sensuales

Mis músculos resistían a mí huida,

en mi cerebro latidos, complicidad,

crepúsculo de amor y odio, recuerdos

entre la fascinación y el olvido

Reconocí en los pasos, el ritmo

de deseos y emociones pasados;

involuntaria vibración libidinosa,

anhelos de abrazos y caricias

La vida, fluye y  revolotea al instante,

en mi piel reverberan escalofríos.

Languidece la respiración en resuello.

Ella se aproximaba; sentía su calor

Vibraciones extrañas se adherían

al apacible y caluroso encuentro.

Un beso en mis labios fulmino mi ego,

sus brazos asediaron mi materia

Prisionero en sus deseos, no supe,

que la fantasía de sus rebeldes curvas,

vulneraban mi inteligencia anímica,

helaban mi sangre, brotaban los fluidos,

Sus manos buscaban por entre mis

monótonos movimientos, estimulando.

Mis ideas eran succionadas, ojos cerrados,

inhabilitada, mi capacidad de pensar

¡Y sentí la lozana energía… y todo su ser!