Le hablo siempre de ti

Jesus Alejandro Reina

Hoy le he vuelto a hablar de ti,
de como el maquillaje es solo escarcha
que subraya la inexplicabilidad que te viste
por piel.

Le narro, como quien se emociona al leer un buen libro,
los tres millones de declaraciones que se agolpan
en las fibras de mi corazón para gritarte
que si pudiera, que si las puertas estuviesen abiertas,
te enseñaría el amor que mereces por encima de todo.

Lo aburro de ti, porque mi tiempo se mide
en fantasear que te beso y te tomo de la mano.
Lo aburro de ti, porque al iniciar las frases
uso tu referencia como premonición de eventos irrepetibles.
Lo aburro de ti, porque me detengo a sonreír
cuando vuelas a mi mente,
cuando espero que no se note el color que me das
o cuánto lucho con el temblor que me recorre
cuando me regalas una mirada por más tiempo.
Y es allí donde siento que morir en tus brazos
es como nacer.
Y es allí donde siento que tal vez pueda ser rey,
y es allí cuando quizás pueda decir que te encontré.

Además, le explico las tentaciones titánicas
que ensordecen mi cuento
cuando alimentas mi felicidad en las mañanas,
cuando te amo por las tardes,
cuando te ceno en las noches.

Dios debe estar cansado de que le hable de ti,
de rogarle los secretos para amarte como él ama.
Y siempre... Le hablo de ti,
siempre le comento a ese niño en el rincón de mi alma,
escondido y temeroso a la vida,
que algún día, el purgatorio terminará
y justo antes de creer que no hay nada más que soledad,
se enamorará de un ángel
a sabiendas de lo que les pasa a los mortales
ante los seres divinos...
Pero con la ilusión intacta de haber sido visto
dentro de su invisible existencia,
por una criatura creada a imagen y semejanza
de la sonrisa del Dios creador.

Ver métrica de este poema
  • Autor: El cuenta Historias (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 1 de septiembre de 2023 a las 11:56
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 4
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.