Flor tierna la limosnera,
mas marchita de dolores.
¿Qué sino le habrá tocado
y qué lides cuando joven
que hoy vive de los socorros
de las existencias nobles?
Su mano extendida pide;
su mirar gélido esconde,
y siente de cuando en cuando
la fría esperanza de un cobre.
Ay, quiera la Providencia
que su spes no se deshoje,
y sienta en su alma limpia
la santidad de los pobres.
- Autor: Antranik Manoukian (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de septiembre de 2023 a las 00:41
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: yunque
Comentarios1
Preciosos versos , esa última estrofa muy buena
Saludos
Muchas gracias por tu amable comentario, Yunque. Saludos cordiales.
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