En la cumbre se alzaba la figura
de una cruz negra, efigie de carbón;
parecía el dïablo, el Gran Dragón,
y al cristiano imbuía la locura.
Rodeada de atmósfera tan pura,
bajo nubes bordadas de algodón;
germinaba una flor cuyo punzón
intentando llevar buenaventura.
Aun así la maldita cruz del diablo
saturaba de horror toda la cumbre,
y en el centro mostraba su presencia.
Ojalá llegue el bardo y su venablo,
con un verso de regia mansedumbre,
devolviendo a la cima su inocencia.
Iraultza Askerria
http://iraultzaaskerria.wordpress.com/
- Autor: Iraultza Askerria ( Offline)
- Publicado: 10 de octubre de 2010 a las 10:07
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 223
Comentarios1
Precioso soneto, amigo y además has escogido un muy buen día para colocarlo por el fondo...
Un fuerte abrazo.
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