Salmones gallardos saltan diestros
en una corriente intrépida y voraz,
tomo uno con mis manos
sintiendo ese vivir que lo hace
sacudirse como esquizofrénico.
Vuelco mi carroza en pos de un vislumbrar
ya que la cueva era tan insípida y obscura,
de a poco voy comprendiendo las distancias y planos,
soy tan sólo un neardenthal barbudo
que aprende a hablar.
El dedo divino toca mi frente,
es como roca y en sus huellas digitales
está la conciencia del universo mismo.
Mas lo entiendo todo, pero no concilio
la necesidad del saber,
tan solo quiero volver a aprender
ciertas cosas.
Me muevo en caminos ya pisados,
esquivo el baile ajedrecista que ya hice,
trato de ser mas libre y profano.
Trato de no ser niño,
aplacando una coraza de maneras
bajo la cual yace mi yo interior,
lloro como estúpido queriendo ser invisible,
cuando en realidad visto negrura
y nadie ve el interior.
Nadie se interesa.
Mi pecho, debo aflorar
y brillar magnánimo,
convirtiendo esa armadura
en capota transparente para lluvias..
Ya puedes ver que no soy minúsculo,
ni tampoco un rey,
soy la ecuación floja y distante
que quizá...
..muestre paradigmas y fórmulas
afines a tus dulces matemáticas.
Te pido, cuenta mis docenas,
las ofrezco, son impares,
números primos que muestran error
en su débil resultado.
Cuenta mis docenas, por favor,
quizá tu cabeza de maravillas
sepa sortear mis indulgencias
y llegues a saber
que no soy error,
que soy perfecto..
- Autor: Nik Corvus Corone Cornix ( Offline)
- Publicado: 10 de octubre de 2010 a las 15:23
- Categoría: Amor
- Lecturas: 30
Comentarios1
los números y el amor, buenas docenas de sentimientos impresos en este teorema ehhh.
explendidoooo
saludossssssssss con aprecios
colombiana
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