**~Novela Corta - Zona Peligrosa~**

Zoraya M. Rodríguez

~ * ~Sinopsis:

              ~ * ~Enfrentando una sentencia en cárcel, Rosa, ¨Cara e cuchillo¨, se vio en zona peligrosa cuando recibe cartas de amor del pasado, e intercede en una pelea en la cárcel y muere…




Rosa, una mujer sin culto decide enfrentar la vida cuando ocurre lo peor en su existir. Rosa, libera del alma una huella indeleble, cuando su peor forma de ver el cielo se aferró al frío desconcierto de sentir en la oscura soledad al alma. Porque cuando Rosa se vio enredada en el asesinato de su esposo por andar en negocios ilícitos y cayó sin redención en la cárcel culpada y sentenciada por la muerte de su esposo. Y fue un momento atroz y tan veloz como el mismo tormento frío, cuando Rosa cayó en la cárcel. ¿Y fue culpable de ese horrendo crimen?, pues, sí, si en el afán de creer en el trance imperfecto se vio mortífera e irreal en incriminarse por sí misma por ese cruel y horrendo crimen. Y, Rosa, quedó fríamente adolorida y con un mal trance en edificar su existir y en hacer comprender lo que es convivir y vivir en la cárcel. Un trance casi imperfecto quedó deteriorando a la vida de Rosa. Y la vida de Rosa se fue decayendo fríamente y atemorizada de un espanto cuando quedó Rosa en la cárcel. Porque toda la vida de Rosa quedó en el mismo mal instante y como un mal suburbio en la creación del mismo Dios. Y Rosa en medio de la cárcel con el temor frío y con demasía irremediable de un sólo mal desastre. Si sólo en la cárcel se vio Rosa indeleble a unos barrotes de hierro cercenando la forma en permanecer allí. Si Rosa estaba allí y por encomiendas de la verdad sino porque ella sí era culpable. Porque cuando el río bebe y trae lo más indecoroso de la vida y que es la vida maltrecha de dolores inocuos, y Rosa, allí encerrada esperando sentencia y mientras qué, ¿qué hace allí? La vida de Rosa quedó en desolaciones sin poder finiquitar la ira y la mala consecuencia de caer bajo la redención del mal tiempo. Y, Rosa, dentro de la caja de pandora y sin poder descifrar qué es ni poder abrir para ser libre, pero, ¿para qué estar libre?, si la libertad la perdió en cuestión de un sólo momento, cuando su esposo quedó malherido por un disparo ocasionado por Rosa. Cuando Rosa se cansó de maltratos, de violaciones, de tiranías, y de desamor, incluso de temores y horrores que le hizo pasar en vida, pero, eso nadie lo mira ni con ojos de cristal sólo miran que murió y por un disparo por Rosa. Cuando arrestan a Rosa, hubo confusión y tantos errores por parte de la autoridad, fue indecorosamente no igual al arresto del Cristo, sino que no hubo percepción y que fue como el mal deseo de converger en el alma una marca del maltrato de ése vil hombre, el cual, dejó la manera más vil de creer que sí existió un desgaste en la piel y laceración por el maltrato de ése vil hombre. Cuando ocurre el desastre de un convenio fue cuando no hubo tiempo atrás de perder la forma de entregar el capricho exótico de su vida a las autoridades. La cárcel buena para aquellos donde la vida es forzada y mala para aquellos que son buenos de corazón. La gente comienza a cerrar el cerco cuando siempre ocurre lo peor en plena cárcel. El corazón de Rosa siempre pintó o dibujó a color rojo, rojo como el de la sangre viva, del color escarlata fuerte en ser como el color de la rosa roja, o como el color del carmín y era de sus labios de color rojo, siempre de color rojos. 

La vida de Rosa, quedó a la deriva, entró enseguida a la prisión y quedó maltrecha de dolor, pero, de qué dolor si estaba feliz, si había culminado un comienzo o un mal tropiezo, su vida no era igual a la de la vida misma, cuando en el perfecto momento se sintió como la soledad, como la conmísera y atrayendo el vil mal deseo de convertir la cárcel en una caja de pandora para poder ser como lo que está dentro: una hermosa mujer. Y que por encomiendas de la vida misma cayó en redención automatizando la espera inesperada de un sobre espanto. Rosa, tuvo un mal desenlace cuando vio a esos barrotes de hierro sin poder ver y observar el sol, no tenía amigas, si en ese lugar no se puede tener amigas, las amigas son como espías sin vestidos, ni accesorios qué prometer a enseñar. Porque cuando en el delirio sosegado de creer y de convertir el alma en luz, se pierde la razón y llega la locura en tortura. Cuando en el delirio sosegado de dar con una sola verdad, Rosa para la autoridad era una asesina y, por ende, una mujer peligrosa, pero, no saben algo que tenía un corazón de oro y que nadie valoró, que nadie conoció y que nadie quiso conocer. Y Rosa, oculta detrás de los barrotes de hierro, calma lo inesperado, y llora lo irremediable, y lo que le incrimina a ella es la pistola de fuego que utilizó para tan vil y horrenda escena. Rosa, en plena cárcel se está adaptando al clandestinaje, a la soledad y a la desolación inclusive a continuar con el maltrato si ella ya está acostumbrada, pero, su corazón ya no siente, ya no presiente y ya no delibera la crueldad de creer en el alma a cuestas de la razón muerta. Porque cuando en el suburbio automatizado de un dolor se encerró entre barrotes de hierro, y pensó en su corta vida, ¿por qué corta vida si es tan larga en su existir?, y quiso recordar qué fue de aquella muchacha sonrojada por todo, y que la hacían reír y más sonrojada quedaba. Porque cuando en el altercado frío se sintió desafiante como el sol oculto entre los barrotes de la cárcel. Si Rosa se vio como de costumbre cuando al sol vio después de estar debidamente encarcelada, lo vio y lo miró y lo observó auscultó a sus rayos de luz cuando en el trance de la verdad se vio fría como la luna en descendente de fríos adyacentes cuando en el imperio sosegado se vio como una huella indeleble. Y el sol penetró con su fuerza a sus ojos de luz, cuando en el tiempo y más que eso en la maldita soledad quedó malherida, insípida e insulsa quedó como el desastre de creer en el recelo de la vida misma cuando ocurrió el delirio sosegado de creer en la calma o en la tranquilidad que le embarga desde que mató a su esposo, y, Rosa, se liberó de ese trace crucial cuando en el tiempo y más en el ocaso de ese día dio muerte segura y de un espanto inerte en su débil corazón a su esposo decayendo en un frío y desmayando en el tiempo una sola solución de creer en la muerte segura de su esposo. Y poder creer en el trance perfecto se vio Rosa debatiendo entre cercenar sus instintos o de creer en el delirio sosegado de dar con la única verdad de que se halla en la cárcel y encerrada allí y por mucho tiempo. Cuando en el trance de la verdad se vio mortal y tan letal como la misma daga que comienza el altercado en la prisión. 

Y fue una camorra llamada como motín en la cárcel de mujeres, y una de las presas tomó de rehén a Rosa y Rosa sin saber qué hacer le cortó la cara con un cuchillo o daga. Cuando en el altercado frío entre querer la solución de lo que está pasando o continuar o dejar de sobrevivir en una prisión que no esta de acuerdo a su esencia ni presencia. Cuando el suburbio automatizado de espera inerte se vio como la inesperada solución adyacente en querer saber que el comienzo abrió ventana y puerta hacia el sol oculto y sin más redención que el mismo sol en el mismo cielo. Y quedó Rosa maltrecha y desolada y con un suspiro sin destino alguno. Cuando en el comienzo comenzó a decaer en el tiempo y más que eso en la cárcel se halla Rosa, sí, la que mató a su esposo con un revólver disparando en el mismo pecho a su contrincante en el amor y con un sólo desamor quedó Rosa por juntar y unir sin bifurcar la forma y manera de creer en el amor que le quedó en el corazón, cuando mata de un disparo en el pecho a su esposo cruel. Porque cuando en el altercado se vio friolera, insípida e insulsa cuando ésa mujer la toma como rehén y con un cuchillo directo en su cara, Rosa pensó en su vida y más que eso en lo sonrojada que era cuando reía por algún motivo de su vida feliz. Cuando en el afán de recordar su vida quedó Rosa recordando su vida y cómo conoció al hombre que le desgració su vida. Recordó su existir y su vida como la vida más amarga de todos los tiempos y como la más hiel de todas las cosas. Cuando en el suburbio automatizado de la espera inesperada se vio como el torrente débil de creer en el alma ciega. Y comenzó su verdadera historia: era una joven muchacha y tan linda como la rosa más prendida en el jardín del corazón de papá. Su papá acaba de morir por un fuerte infarto que le da cuando lo despiden del trabajo. La niña de sus ojos, comienza a deliberar en el trance perfecto de su corto existir de que el tiempo y la vida corren la misma suerte. Cuando en el suburbio automatizado de la espera inesperada se vio Rosa tan clandestina como sosegada en el mismo mal tiempo en que su padre muere. Cuando en el imperfecto momento se acerca a destronar al universo. Y, Rosa, calló cuando recordó al conocer al hombre de su vida como un sólo mal tiempo en que se decidió en fuerzas y debilidades inertes de creer en el perfecto delirio, pero, del amor en el mismo coraje del corazón enamorado de ése mal y vil hombre que le antecede al desamor y al maltrato soez en su tiempo y en su mal vivir. Y con cuchillo en el cuello, Rosa, recuerda toda su existencia porque cuando en el trance perfecto de creer en el alma sosegada de un sólo espanto cayó en un temor inerte de creer morir en tiempo y espacio. El motín la había cercado más de la cuenta, cuando ella, Rosa, era rehén de una muy mala presa. Cuando en el delirio inoperante de la vida, se vio atraída de un espanto y tan seguro como el poder ser cierto de que Rosa era rehén. Y mientras eso sucede ella piensa en detener el cruel momento, pero, no era sólo un vil momento sino que era un mal y un vil momento en que se adentró hacia la vida pasada y un tormento eficaz de dar una conmísera mala y vil atracción. Cuando en el trance de la vida se edificó más y más llevar al mismo tiempo en que el suburbio automatizado de esperar lo inesperado creó en su imaginación toda su vida. Y se perdió cuando conoce a ése hombre, el cual, ella mató de un sólo disparo, porque cuando en el maltrato la luz se esconde y ante el maltrato el amor se escabulle. Y no quedó más y ni más que una presa en la cárcel de las mujeres, cuando en el trance de la verdad cayó como una mojigata entre ser rehén de una sola presa que con el cuchillo le corta la cara, cuando el motín hace revuelo y en cada suspiro se siente como ser una rehén de la vida misma. Cuando en el alcance de la existencia se vio como un suburbio en el corazón como una espina de una rosa que hirió fuertemente en la cara de Rosa. Desde ahí en adelante se llamó Rosa con su gran apodo ¨Cara e cuchillo¨, tomó el sobrenombre porque quedó una gran y profunda cicatriz en el rostro en Rosa. Y marcó trascendencia y trayecto y por un gran proyecto quedó en un mal trance deliberando el mal inconsecuente de los mismos caminos en proseguir un sólo rumbo. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, tomó rienda suelta al querer sobrevivir en esa prisión llena de indemne cárcel, en la cual, se aferró al delirio frío de caer sobre el mal deterioro de la vida misma. Y, Rosa, quedó con un sólo odio y una putrefacta mala existencia en haber caído en esa prisión donde la ley no gobierna sino el dolor de cada una de las mujeres. Y quedó como pernoctar en la cárcel, ya conoce cada rincón de la cárcel, pero, no, no, aún no termina todo aquí. Hay una zona peligrosa, la cual, se antecede al frío camino de ir y venir hacia los barrotes de hierro que le hacen compañía en la amarga soledad. Y quedó como el dolor frío o como la vida misma en que el sol renace, pero, en la bella libertad. Y el dolor de Rosa quedó malherido, doloroso, y mal inconsecuente cuando la fuerza en amar quedó sólo en su corazón. Y, Rosa, en el delirio sosegado de creer quedó como una débil montaña que se desmorona con tan sólo un poco de lluvia. Y la lluvia eran sus ojos, sus ojos de la luz, y como un desastre de creer que el llanto era tan real como permanecer dentro de la prisión. Cuando en la seriedad del alma de Rosa, se vio automatizada cuando le retiran el bendaje de la cara, y quedó para siempre marcada con una cicatriz profunda en su rostro dejando un rastro desde el ojo derecho hasta sus labios. Y de ahí en adelante se llamó Rosa la ¨Cara e cuchillo¨, y fue el delirio o el frío, pero, todas las demás presas la respetan por no más tener una cicatriz y tan profunda que da miedo y temor en ser Rosa la ¨Cara e cuchillo¨, en la cárcel de las mujeres y por un débil error y no por ella sino por otra reclusa que la toma de rehén y le hace tal herida en su rostro. Y el recelo de la vida cayó en el mismo centro del corazón de Rosa, cuando en el invierno cayó en el mundo en que vive encerrada sin poder sentir el sol en la cara, sí, en la cara e cuchillo. Y Rosa, quedó malherida y en un mal delirio de creer en el alma derribando el cielo y el sol, el que no ve desde hacía tiempo. Cuando en el delirio sosegado y de tenue calor quedó Rosa, ¨Cara e cuchillo¨, como en el trance perfecto de creer en el alma sosegada, templada y sin risa alguna. Y la risa de Rosa ¨Cara e cuchillo¨, quedó en triste desolación sin poder finiquitar el trance imperfecto de dar rienda suelta en la prisión a la vida que le queda. Cuando en el dolor y en el sufrimiento doloroso, se creó un fuerte abrazo entre el dolor y la fuerza de la tristeza y más entre sus ojos de luz que se atemorizan de un dolor mal inconsecuente de creer en el delirio y en el frío de sus propias manos. Si, Rosa ¨Cara e cuchillo¨, quedó con esa cicatriz marcando un sosegado mal tiempo, cuando ocurrió el mal sucedido en ser la rehén de otra reclusa. Porque cuando en el alma dentro, sí, del alma de Rosa, se vio incongruente en la mala desición de ser la presa más temida o la más respetada. Ella, sabe y conoce a cada una de las reclusas, pero, cuando con los ojos vemos, pero, en el interior de cada es muy diferente. Y la característica que distingue a Rosa, es ser buena, compasiva, templada, y muy carente de fortalezas. Cuando Rosa fue débilmente entregada a la mala suerte de creer en un amor que le hizo daño, que la engañó y la sostuvo hasta el fin, como una mujer masoquista del amor. Cuando en el perfecto trance de la verdad se edificó el alma en plena oscuridad cuando cayó como asesina de su esposo. Rosa, quedó mortífera de un espanto, pero, tan segura se halla ella, cuando mató a su esposo. Porque en la cárcel, Rosa, llegó como una mujer sola y sin algún dolor, pues, se halla feliz en su conmísera existencia cuando detuvo por fin el maltrato soez, físico y por una violencia sin destino alguno. Cuando en el suburbio autónomo en el corazón se entristeció por permanecer encerrada en una prisión de mujeres, en la cual, Rosa, ¨Cara e cuchillo¨, era una reclusa más, pero, en el interior se siente como una verdadera mujer, ya que, en el silencio autónomo de su alma y más de su triste corazón embargó una sola solución y en una sola decisión. Y fue el de tomar rienda suelta y ser una mujer fuerte y sobrevivir o morir de frente a las reclusas más poderosas del bajo mundo. 

Y, aunque, ella era asesina, pero, eso no le dio pie para poder sobrevivir en tan bajo recurso como lo es estar en la cárcel. Y sin paz ni ser se siente como una pobre alma que quedó en el instinto sosegado de un sólo mal tiempo. Cuando en el albergue en querer amarrar el tiempo y el sosiego constante se debe a que el deseo comienza a derribar el sueño idóneo. Sí, cuando en el altercado frío y descendente se vio como el desenfreno friolera de un sólo espanto inseguro cuando ocurrió en la pasión de entretejer en la cárcel un sueño petrificado en querer finiquitar o acabar el desenredo del cruel maltrato hacia el feminismo. Cuando ocurre el deseo y el sueño en querer atrapar el sueño pertinaz de un deseo, cuando en el alma de Rosa ¨Cara e cuchillo¨, quedó como una luz difusa y fundida. Si el alma de Rosa, se vio intransigente como un dolor indeleble cuando ocurre el trance imperfecto en querer amarrar el alma de un sólo deseo, el cual, se entrega en el calor de un suburbio autónomo. Cuando el alma de Rosa, se vio como lo más importante en poder creer derribar del mundo el maltrato físico y soez de la expresión machista del hombre por un poder sin fuerza alguna. Porque cuando Rosa, ¨Cara e cuchillo¨, en plena oscuridad de la cárcel, desea ayudar a ésas mujeres temerosas como lo era ella, con el hombre maltratante con la mujer débil y sumisa. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨ era como el temor vivo y en persona, por la cicatriz que lleva y que tiene en la cara, pero, eso no le impide nada y desde la cárcel. Rosa, ¨Cara e cuchillo¨, no se le impide nada, pues, en su afán de dar una solución es como el recelo de la vida misma. Y trabajó en pos de la educación hacia el empoderamiento de la mujer y sobre el poder del machismo sobre la mujer. Y más que eso ofreció charlas y educación de su experiencia como una mujer maltratada y sumisa ante el poder del hombre sobre ellas mismas. Y subió el telón de color rojo, y comenzó la faena y desde la cárcel desatando la polémica y la atracción de la gente expresando -¨que una asesina va a hablarme de pudor y de moralidad cuando ella asesinó a su esposo¨, y ella como cometió un error se le vino encima la habladuría de la gente, pero, eso no importó y para nada. Y Rosa, ¨Cara e cuchillo¨, prosiguió su vida laborando desde la cárcel y ayudando a las mujeres a salir de ese poder machista del hombre que detiene a la salud de la mujer en sublevar su poder feminista como mujer en el mundo actual. Y Rosa, ¨Cara e cuchillo¨, se debió de entretejer la fuerza en el corazón como un doble play en el juego en el parque en el diamante de juego, y sólo le falta un ¨out¨ para salir de esa cárcel, pero, la sangre ardiente de Rosa ¨Cara e cuchillo¨, se enalteció por tanto y por demás en el juego y sólo encontró lo que nunca más halló en la cárcel una zona peligrosa, de la cual, no puede salir jamás. Cuando en un instante Rosa afloró lo que nunca como una rosa que no vislumbra ser marchita. Si Rosa ¨Cara e cuchillo¨, se vio como el enjambre más tedioso y más vil cuando en la zona peligrosa de la cárcel se vio Rosa apaciguando la calma a las reclusas, pero, no debió de dar una sola señal de poder sobre otras reclusas. 

Cuando Rosa ¨Cara e cuchillo¨, recibe una carta y vislumbra el deseo y más que eso es un amor del pasado, pero, ¿quién es?, ¿qué quiere?, y, ¿qué desea?, cuando en la carta está su dedicación y escrita en culto porvenir, pero, no en demasiada vil irremediable de ser un hombre correspondido. Cuando en el trance imperfecto de la razón se pierde el unísono de la voz encarcelada y sin un sol con rayos que alumbran la vida y el existir. Si cuando en el alma alumbró la paz y la osadía que por el día se entristece de una paz incontrolable, y de un sosiego constante en que se dedicó la fuerza y la mujer en ser empoderada. Si en la alborada recibe una carta abierta y sin ser devastada sólo Rosa fugó la forma de leer la carta y que era para ella. Si Rosa, lee la carta, y la carta contiene un sin número de poemas escritos para ella, y totalmente para ella. Si la carta contiene palabras de amor y llenas de pasión como por saber que Rosa es como la luz encendida, pero, de un sólo espanto lleno de dolor. Y describe muy bien en la carta que la soledad lo embarga mucho y con demasiado ímpetu de una triste mala soledad. Cuando en la zona peligrosa se llenó de reclusas esa tarde en un verano y de un equinoccio sin igual. Y fue la carta, sí, la carta por donde se electrizó la forma de dar con una sola verdad y fueron poemas inéditos los que en el trance perfecto se dio una mortífera desilución abierta como el recelo de la vida misma. Y fue como el desierto o como el frío invierno cuando Rosa ¨Cara e cuchillo¨, tomó rienda suelta cuando en el suburbio automatizado en el corazón se vio como pernoctar un transeúnte en el ocaso vivo o muerto de caer en el desierto frío. Y se fue en el alma con un suburbio automatizado de un espanto inseguro como creer en el ocaso muerto. Cuando se dio y se vio como lo más fuerte de una creencia de aquella rosa como el jardín del corazón de su papá. Y, Rosa, se fue sin rumbo incierto que decidió leer la carta de ése hombre, el cual, arribó el desconcierto vivo de creer en el amor nuevamente, pero, algo pasó, al leer la carta. Y la carta enredada de un inseguro espanto decide en converger la razón como el primer pensamiento en que sólo le ocurre el desafío inerte como la fiebre de creer en el alma una fuerza en el corazón. Cuando en el alma se da con la misma fortaleza de creer en el alma friolera desatando una euforia común en el alma de Rosa. Y la carta tan cálida como el mismo mal tormento se vio como el frío de aquel invierno en que Rosa mató a su esposo. Y fue como el vil instante en que se cuece el mal delirante frío de creer en el alma un mal sosiego. Y fue como un mal desenlace frío y tan fatal, como el recelo de la vida misma, cuando Rosa, lee la carta de ése hombre quien le escribe a Rosa en la cárcel. Y, ella, decide desde la cárcel leer las cartas desde una forma extraña al parecer que no se sabe de la pureza de la verdad aún. Y siendo como un sin número de poesía que le escribe a Rosa, si se obtuvo la forma de edificar el tormento frío, cuando en el alcance de mirar la forma de escribir y nota que era culto. Cuando en el trance de la verdad, se edificó el mal comienzo de creer en el alma a cuestas de la verdad. Y, Rosa, se vio como el mismo imperio y como una sola princesa cuando sólo llegó su príncipe. Y las cartas las guarda en orden de fecha y está muy contenta porque alguien se acuerda de ella, la quiere y la ama. Recorre de punta a punta a la cárcel y con los barrotes de hierro sólo encrudece el mal tiempo. Y, Rosa, continúa en la cárcel, pues, no se ha dilucidado el juicio aún. Cuando en el albergue de una sola transición se vio Rosa fuertemente débil como un corazón que quiere amar, pero, que está encadenado, encerrado y sin tiempo alguno para poder entregar el amor de su corazón. Y recibe otra carta y es una carta eróticamente pasional, cuando en el alma no calma una sola redención fuerte como la costumbre en querer entregar el corazón y aún más, enamorada que nunca. Y, Rosa, como la flor en el cielo quedó como una rosa y sin marchitar. Cuando en el alma y más como el juego del amor quedó como el suburbio automatizado de la espera inesperada de creer en el alma enamorada y como todo un sol quedó Rosa. Sí, fuertemente fue como el sol, dando rayos de luz en plena oscuridad. Cuando en el sol quedó como un sólo suburbio dejando ver a los rayos de luz en plena oscuridad de la cárcel. Sí, irradia luz, ilusión y pasión y con amor en el corazón. Cuando en la alborada recibe otra carta y eran sí poemas de amor, poemas de ilusión, de pasión, de enamorar al corazón con tan sólo una palabra que sale del corazón. Cuando en el alma y en la desesperación innata de Rosa quiere con todo el corazón conocer a ése hombre que le escribe y que ella también le corresponde. Si Rosa encrudece el tiempo y más como el recelo de la verdad que Rosa, no calma en desesperación ajena lo que le sucede a Rosa. Porque cuando en el delirio sosegado de un mal trance y quedó como el mal deseo cuando ocurre el desastre de un sólo mal comienzo después de permanecer bajo un tiempo en la zona peligrosa en la cárcel para mujeres. Y quedó mortífera y llena de pavor y de miedo quedó Rosa, como el trance de la verdad, cuando en la zona peligrosa hubo redención y más que eso un camino doloroso y más que eso tan peligroso. Y, Rosa, quedó como el delirio frío descendente como la vez primera en que se comienza a florecer el amor puro y real, sí, en el mismo latido del corazón. Cuando en el alma lo limpia todo, hasta los errores, pero, los errores se pagan con creces, y el error de Rosa lo había pagado con la verdad y más siendo Rosa ¨Cara e cuchillo¨, y con una fuerte y profunda cicatriz en su rostro, pero, la vida, le parece que se inmiscuye tanto y que la hace pagar doble por tal error. Y, Rosa, ¨Cara e cuchillo¨, se vio tristemente indeleble como hoja al viento en un sólo otoño que pasaba a mediados del mes de octubre. Cuando en el trance incierto se vio como el deseo y como el gran instinto sosegado de dar una sola señal pasajera, y sin calmar lo que quedó en el comienzo en recibir esas cartas. La vida de Rosa ¨Cara e cuchillo¨, no era del todo muy feliz, pues, está encerrada, encadenada, y más que eso abatida de una sola herida en el mismo corazón, y su estancia en la cárcel no fue la mejor desde que aquel motín se formó hiriendo profundamente a Rosa con una sola punzada en el rostro dejando una honda cicatriz en su rostro de mujer. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, formó a su inherente, pero, insistente corazón destronando a su amor por un sólo hombre. Y ése fue al hombre que Rosa ¨Cara e cuchillo¨, mató de un disparo. Y sin poder creer en la fuerza del hombre amó ciegamente a ése hombre que le escribe en la cárcel desde un país continuo de donde Rosa reside en la cárcel y en la zona peligrosa de la misma prisión. Si Rosa ¨Cara e cuchillo¨, se vio cicatrizando la herida y dejando una sola línea entrecortada de color blanco. Cuando en el alma y más que eso en el solo corazón se vio entrecortando la voz cuando casi llega el pleno juicio a deliberar sobre su caso sin sospechar nada, Rosa. Si Rosa calmando a su corazón, se miró intensamente en el espejo de la vida misma, pero, no creyó en la compasión cruda de su cruel camino. Y ese cruel camino era permanecer en la cárcel hasta que se dilucide el juicio en contra o a favor de Rosa ¨Cara e cuchillo¨. Si Rosa creó la fórmula secreta del amor, y fue la de recibir y escribir cartas a un sólo amor que era tan desconocido como que podía ser conocido. Su sufrimiento y su delicado amor en el corazón, se entristece por tanto y por demás que queda insistiendo en la cruel osadía de creer que su mundo no cambia. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, quedó con su alma devastada y creyendo en que su mundo desaparecía entre escombros del sólo sufrimiento quedó como el rumbo sin destino. Y sucumbió en un sólo delirio y tan delirante cuando ya casi llega a dilucidar el juicio. Cuando en el trance perfecto de la vida de Rosa ¨Cara e cuchillo¨, quedó y tan feliz como la costumbre aquella de recibir y escribir correspondiendo a esas cartas. Cuando a Rosa sólo el desconcierto frío se siente como la fuerza indiscutible y sin razón alguna. Si Rosa ¨Cara e cuchillo¨ entristece por tanto y por demás porque realmente que quiere y desea conocer a ése hombre que la espera con ansias cuando Rosa salga de esa cárcel o prisión y de la zona peligrosa en esa cárcel. Cuando en el delirio sosegado de Rosa ¨Cara e cuchillo¨, se vio intransigente, insípida, e insulsa, se dio al amor como la costumbre de ser como la vez aquella en que amó inconscientemente a un sólo mal hombre y, el cual, la llegó a maltratar con palabra soez y maltrato físico psicológico. Y quedó fuertemente deliberando en la calma y más en ese trance imperfecto cuando en el suburbio automatizado de una espera sólo se dio un amor como nunca antes y fue la creencia de Rosa ¨Cara e cuchillo¨, en que creyó en ese amor como nunca antes. Y, Rosa ¨Cara e cuchillo¨, recibe otra carta de ése hombre enamorado de Rosa. Y, Rosa ¨Cara e cuchillo¨, sólo quiso atreverse a decirle por carta a su enamorado algo intrascendente como lo que era esa cicatriz profunda en su rostro por una reclusa que la tomó de rehén en medio de un motín. Y se vio intransigente, indeleble e inmortal, cuando no supo cómo expresar al decir que posee una cicatriz en su rostro. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, se lo ocultó lo más real y verdadero que le ha pasado y ocurrido desde que cayó en esa prisión en la zona peligrosa en la cárcel para mujeres. Y, Rosa ¨Cara e cuchillo¨ quiso decirlo, pero, en el trance de la pura verdad, ocultó a su cicatriz desde que el instante se amarró al destino frío cuando quedó a la mala deriva, sí, dentro de esa cárcel. Porque cuando en el deseo convidó un altercado frío, se dedicó en fuerza extrasensorial ocultar su rostro entre palabras escritas de esas cartas con ése hombre, el cual, ella ama ciegamente y desde la cárcel. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, quiso entregar en la faena de ser una reclusa educadora en contra del maltrato machista de los hombres que creen que con su poder de hombre fuerte pueden con la debilidad de una mujer sumisa. Rosa ¨Cara e cuchillo¨, en el trance de la verdad se vio fríamente indeleble como el pasar del tiempo, como un imperfecto mal momento en que se cuece de iras insolventes de ocultar de ése hombre quien le escribe que posee una cicatriz en el rostro. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨ desde que le ocurrió el mayor mal percance en su rostro, se dedicó en ser como el monstruo oculto de ése hombre que le escribe cartas. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, quedó difusa e insípida e insulsa, como un pote de sal sin sal del mar desértico. Y, Rosa ¨Cara e cuchillo¨, se enalteció su forma de creer en la forma de converger en el amor ciego y más en el pecho de la muchacha dibujó un corazón latiendo fuertemente. Cuando en el delirio y en el deseo convidó un mal intransigente cuando Rosa le ocultó a ése hombre su desdicha. Porque en el alma de Rosa ¨Cara e cuchillo¨, hubo y había una luz descendente y, por la cual, Rosa tiene la única salvación en poder sobrevivir de esa cárcel. Y, Rosa ¨Cara e cuchillo¨ quedó como un mal deseo y con un dolor intransigente desde que casi ya llega a dilucidar su propio juicio. Cuando Rosa ¨Cara e cuchillo¨, se vio como huella indeleble, pero, en la arena como si el mar no la borrara. Y, quedó con la fuerza en el pecho, y más en el alma de creer en el siniestro cálido de un sol que no ve ni por los barrotes de hierro de la prisión y de la zona peligrosa de la cárcel. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨ quedó amarrada a esos barrotes de hierro cuando no percibe ni el sol como la costumbre de amarrar el deseo y más que eso como la verdad pura de creer en la luz, pero, ella tenía una luz y eran sus ojazos clandestinos de suave delirio. Y en el calor de cada cual, era el brillo de sus ojos por el amor de ése hombre que ella ama ciegamente. Cuando Rosa ¨Cara e cuchillo¨ logró escribir esa última carta, Rosa creyó que le contaría la verdad de su rostro, pero, no, no quiso jamás y que supiera que se halla mutilada en una prisión para mujeres. Y fue hasta la retén a entregar carta abierta, y que ése hombre pudiera leer la carta que ella escribió con amor en el solo corazón en que el deseo y la pasión se unen en señal por amar con el mismo corazón que una vez amó a ése mal hombre que le hizo tanto daño y con maltrato soez y físico y que ella hizo talión para hacer pagar algo que ella quizás era la culpable siendo masoquista en una relación tan tóxica. Cuando en el venidero instante se vio Rosa ¨Cara e cuchillo¨, como un desastre de esos, por el cual, se aferra el trance de creer en el mal convenio de dar una sola mala solución, cuando quedó atraída por el amor en esas cartas de amor por alguien que la conoce y muy bien. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, personificó tanto y por tanto que el deseo se aterró a la fuerza en el alma, y cuando entregó esa última carta a la retén de la cárcel, si se edificó su forma de creer en el mismo amor desde su pecho latiendo fuertemente. Si Rosa ¨Cara e cuchillo¨, se vio fríamente indeleble a la huella del amor en el mismo corazón, cuando en el suburbio del amor se enalteció la forma de entregar el amor, porque cuando en el alma se aferró al desconcierto frío se aterró por saber de la única verdad en el frío coraje del corazón amar ciegamente.  Y quedó complacida y muy venerada por la entrega de esa última carta ocultando algo que debió de ser sepultado en la oscuridad como esos barrotes de hierro sin el sol de cada día. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨ quedó como una débil y mala atracción en superar la fuerza en delirio sosegado de creer en el alma como la luz de cada atardecer, pero, en los barrotes de hierro como esas rejas que encierran al cuerpo, pero, al alma jamás. Cuando en el afán de creer en el pasado, Rosa ¨Cara e cuchillo¨, cree que ése hombre quien le escribe cartas a la prisión fue un amor del pasado y, sí, que lo era. Y en su mundo de mujer caprichosa quiso enaltecer la ira y la conmísera mal ceguera que posee Rosa ¨Cara e cuchillo¨ amando a ése hombre ciegamente. Y fue la fuerza y la debilidad en ser una verdadera mujer sin delirios fríos ni amando el fuerte amor en el corazón. Y el juicio pronto se dilucida y Rosa ¨Cara e cuchillo¨ cree que terminará en la cárcel entre barrotes de hierro por el resto de su vida y de su corta existencia. Y, Rosa ¨Cara e cuchillo¨, quedó herida y mal inconsecuente cuando piensa que ella es culpable de ese horrendo crimen de su esposo. Y quedó derribando a los barrotes de hierro como su alma con el poder de la fuerza de una mujer enamorada, y queriendo salir de allí, pero, no, no esperó por el juicio. Y ya falta poco, cuando se entregue en cuerpo y alma a un juez por donde delibera su sentencia como una mujer culpable de la vida misma. Y es el día 14 de noviembre de 1975, el día del juicio total para Rosa ¨Cara e cuchillo¨. La retén o celadora la levantó temprano como a eso de la 7:00 de la mañana. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, con su culpabilidad a cuestas del alma quedó como poder derribar el cielo y al sol, pero, aunque no pudo, sólo lo presiente desde su corazón y tan enamorado de ése hombre, el cual, le escribe cartas de pasión. Y es el día del gran juicio final en su contra o a su favor. Y es Rosa ¨Cara e cuchillo¨, la que tiene en su alma y en su corazón la fuerza sin debilidad alguna. Cuando en el instinto sosegado de un tiempo, quedó maltrecha como un antónimo del dolor, lo cual, era el amor de ése hombre quien le escribe cartas a Rosa. Y ella sale de la zona peligrosa cuando en su momento se dilucida el juicio en contra de Rosa ¨Cara e cuchillo¨, y sale en libertad después de obtener evidencias y testigos y más la polémica confesión de Rosa ¨Cara e cuchillo¨, y es que al parecer el esposo se halla allí y vivo y presente en el juicio de Rosa ¨Cara e cuchillo¨, ella no lo mató, y aunque el disparo salió del revólver sólo fue el susto que hizo desmayar a su esposo frente a Rosa. Y para cuando a Rosa ¨Cara e cuchillo¨, le sueltan las esposas al quedar libre, el esposo de Rosa, se le acerca y le da la última carta. Y ésta dice, ¨te veo al salir…¨, y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, quedó atónita y estupefacta e incrédula, insípida e insulsa, cuando lee la última carta de éste hombre que ella aprendió a amar por la escritura culta y la perfección en las palabras. Y en el trance perfecto de creer en el alma sosegada, comenzó a deliberar en su corta y cruel vida y Rosa lloró en silencio. Cuando al salir del tribunal se vio a escondidas con ése hombre, el cual, era su esposo. Rosa ¨Cara e cuchillo¨, perdona a ése hombre, el cual, la hirió tanto y por tanto y el que la maltrató soez, físicamente y psicológicamente. Solamente Rosa ¨Cara e cuchillo¨ quiso derribar el comienzo con un mal percance de dar una escapada con el amor que perdonó y con él, perduró la nueva relación sólo dos lustros más. Cuando en el afán de creer en el alma y en la vida feliz no podía ser verdad. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, se vio entre la encrucijada de un sólo espanto, cuando en el delirio delirante de creer en el alma muerta se vio entre la espada y la pared. Si cuando ése hombre el que le había perdonado Rosa ¨Cara e cuchillo¨, había cambiado drásticamente, pero, su carácter no. Y fue un altercado frío y una camorra sin ser idónea ni ideal, y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, se vio fríamente herida y abatida cuando ése hombre se le fue encima con la misma violencia de casi dos lustros de una fructífera relación. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, tomó rienda suelta en contra del hombre y tomó un cuchillo como su nombre era y es Rosa ¨Cara e cuchillo¨, y lo hirió a muerte segura. Y ésta vez, sí, que vió sangre brotar de su cuerpo, cuando con el cuchillo lo hiere en punzada letal. Y Rosa ¨Cara e cuchillo¨ regresa a la zona peligrosa de la cárcel para mujeres. Y, ésta vez, hay un motín, hay una pelea cruda entre reclusas, hay una condena y una pelea a muerte segura y la zona peligrosa quedó adhiriendo a la sangre, al altercado frío y a la camorra ideal, pero, entre dos reclusas y Rosa ¨Cara e cuchillo¨, se interpone, se aferra y pide paz, sosiego y temple, pero, no logra sobrevivir sino que perece en el afán de creer y ver su vida entre los barrotes de hierros y sin poder mirar ni observar al sol como antes lo hacía. 



FIN               

  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 10 de septiembre de 2023 a las 00:02
  • Comentario del autor sobre el poema: ~ * ~Sinopsis: ~ * ~Enfrentando una sentencia en cárcel, Rosa, ¨Cara e cuchillo¨, se vio en zona peligrosa cuando recibe cartas de amor del pasado, e intercede en una pelea en la cárcel y muere…Mi #21 de novelas cortas en el año 2023…Mi #139 de novelas cortas hasta el año 2023…
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 3
  • Usuarios favoritos de este poema: titánico.
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