De una palabra a la vez,
aprende un niño en la escuela,
a jugar a la rayuela
y a contar del uno al diez.
Se siembran en la niñez
las semillas del futuro.
El maestro es aseguro
de un mañana de esperanza
y en él cifra su confianza
quien del mismo ve lo puro.
Comentarios2
Me recordaste a mi profesor de literatura...
Un singular personaje! 🤝
Me gustó tu poema ...conciso dice mucho ...Abrazo
Gracias muy amable.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.