Desfallecer con cada mirar.
Sentir que no soy nada,
Que de a poco me muero,
Que me consume el recelo.
Me ahogo en las turbulentas aguas de un “te quiero”
De un “te extraño”
De esperar al ultimo aliento para decir “lo siento” ,
De un arrollo con tu nombre Tatuado en las piedras.
Tocar tu cara,
Sentirme como una extraña.
Acoplarme a esta fatídica realidad, Esperar el alba,
Acoplarme a esta fatídica realidad, Esperar el alba,
Con temor de perecer antes de su llegada.
Pienso en lo que no debía y pasar, Te veo, es ahí donde te encuentro,
Tu latir condenó al mío a desvanecerse
Y tú existencia le susurro a la mía “Detente”
Y así lo hizo;
Lo siento.
Comentarios1
Interesnte paradoja...como observador objetivo, llego a pensar que lo mejor es lo que pasay lo que pasa hoy, tarde o temprano iba a pasar.El alma de cada amante sabe caundo es Sí y cuando es No, pero se empeñan en traer de cómplice ilusoria a la duda.Pasa, entonces, que la duda, solo retarda el genuino desenlace. Lo que dice el alma, de la razón, es la Verdad.
Bella reflexión muchas gracias por compartir ¡un fuerte abrazo y con el alma!
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