Encontré mi gran sueño tendido en agonía,
aquella vera fría bordada por abrojos,
donde la muerte lenta sacudió el alma mía,
hoy sobre obscuros cardos postrado estoy de hinojos.
Serventesio alejandrino, en rima asonante.
.
Ilumina el amor corazones al alba
que de amar no se salvan ni las almas más duras,
despierta la ternura en aquellos que aman
llenando con sus flamas a las negras penumbras.
En el aroma inerte de un inmenso fracaso,
hueles en cada pizca de tu mísera vida,
los minutos gastados que lanzaste al ocaso,
fueron segundos muertos de aquella hora derruida.
Y me encierro en penumbras a rumiar mi coraje,
apartado de todos. Si alguien viene, pretendo,
por inercia, esconderme tras vulgar camuflaje.
Aunque a veces, confieso, ni yo mismo me entiendo.
Tu corazón rebelde nunca sabrá cuán te amo,
y mi soledad anda de mano de la nada.
Mientras yo en mi silencio, gritando así te llamo:
Vuelve, vuelve paloma con tu fe destrozada.
Soy de poco aplaudir, no soy de hacer el cuadro,
no digo a todo sí, ni así fuese a mi padre,
y por eso bien sé, que donde voy... descuadro.
Prefiero no mentir... a parecer comadre.
El insomnio infalible, siempre fiel me acompaña,
como mudo testigo, cuando a veces me pierdo
en senderos de dudas; y mi mente es maraña
de conflictos y culpas que me trae el recuerdo.
Cuando hacen que te sientas cual la misma basura,
y te convences que eres un purísima mierda,
ya no tienes amigos, esperanzas, ni cura,
tan solo te sonríe la puta muerte lerda.
Vio luz mi corazón, ¡bello, mágico instante!
De golpe vi perder, de mi alma la cordura,
escapó en mí un gemido, un suspiro anhelante,
al notar en tus ojos, un brillo de locura.
En versos Blancos.
¡Cómo tarda la lluvia si me encuentro sediento!
Árido mi pellejo lo veo que delira,
como un tambor ajado dentro diluidas horas,
que tristes toman marcha con un redoble obscuro.
Desde mi alma desierta, veo por la ventana
caer muy lentamente, gotas de lluvia fría.
Comienzo a recordarte. Te siento tan lejana.
que muero de tristeza... por la melancolía.
Solo crecen los sueños si los riega el amor,
brillando en su esplendor, endulzando la vida,
sanando las heridas que crea la razón,
que ella del corazón... Siempre fue su enemiga.
- Autores: Tomasito (Seudónimo), Mercedes Bou Ibáñez, LORENZO ARATU
- Se ve: Todos los versos
- Finalizado: 6 de septiembre de 2024 a las 10:53
- Límite: 12 estrofas
- Invitados: Libre (cualquier usuario puede participar)
- Comentario del autor sobre el poema: Será Serventesios Alejandrinos. ABAB, o CDCD, o EFEF, no necesariamente en ese orden, pero siguiendo el formato Serventesios, y con sus respectivos Hemistiquios de 7 sílabas para que sean Alejandrinos. Todos pueden participar. El tema será la exploración del psíquico, la soledad, el sentimiento de pérdida, la agonía emocional, el desgarre del alma, etc... etc... Explorando el fondo de tu espíritu de poeta al borde de la locura, de ello todos tenemos un poco dicen por allí. Vamos, aviéntate.
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 110
- Usuarios favoritos de este poema: SOY.-
Comentarios1
Seductora provoca silencio tiraniza
con nosotros camina hacia meta y destino
pensamiento fortuito presencia diafaniza
lúgubre, decrépita así parca defino.
Gracias por tu comentario poético hermano...
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