¿A qué huele la vida?
¿A qué huele el café molido, caliente, humeante, vaporoso y burbujeante?
¿A qué sabe el beso de la apasionante moza, querida y hermosa amante?
¿Qué tiene debajo de las enaguas Dulcinea por la que rebuzna y se pone nervioso Rocinante?
¿Por qué camina lento Rucio, cargando a Sancho el rechoncho, escudero y comandante?
Por qué se pone pálido y sudoroso, ¿Cuándo la mancornadora le guiña el ojo y cambia de posición, haciendo un cruce de piernas y le hace sonrojar y cambiar el semblante?
¿A qué huele la cocina de un atiborrado y oloroso restaurante?
¿A qué huelen los chiros sucios y raídos del nauseabundo y sudoroso caminante?
¿Y de la tierra virgen, húmeda y de naturaleza exuberante y de olores penetrantes?
Y de la vida hermosa, ¿Cuándo se vive con felicidad, alegran y festejan el semblante?
¿A qué huele una fábrica de bocadillos, si sus olores son exquisitos y fascinantes?
¿A qué huelen los estertores de la muerte cuándo se torna con sus sombras siniestras amenazantes?
¿Y se siente ese escalofrío espeluznante, cuándo se escuchan sonidos de ultratumba susurrantes?
¿A qué huele la vida, cuándo se cruza la frontera, hiriendo el cuerpo con el alambrado de púas de heridas sangrantes?
A qué sabe la traición, ¿Cuándo se ama con el alma y las lágrimas son de sangre agobiante?
Qué siente el barquero, ¿Cuándo surca los mares como solitario y triste navegante?
¿Cómo palpita el corazón del desempleado, cuándo la fila es desesperante para una sola vacante?
Por qué lloran los ojos, ¿Cuándo se pica la cebolla para el ají, el guacamole y el delicioso guisante?
A qué sabe el pan caliente de la amante querida y bandida, si se ve pasionaria, ¿Deliciosa, rozagante y humeante?
La vida es un paso, es un soplo, es una bella pesadilla y un delicioso sueño alucinante
Es una sola, es única y personal, sin repetición, sin el ayer, sin el mañana y es hoy, para saberla vivir con alegrías y felicidades desbordantes
L vida es tan bella y placentera y en verdad que saberla vivir es gratificante y emocionante
Y no saberla vivir a plenitud, es como estar en medio de un estruendoso precipicio, que se mece vertiginosamente en un puente colgante
¿Qué esperas para refrescar la vida y sacar a pasear de vez en cuando la mente, en estos momentos de calores sofocantes?
Acaso no vez, ni miras hacia atrás, ¿Qué viene rauda la espeluznante muerte con su negra y atroz mortaja, con su trinche hirviente y se tranza feroz, cruel y amenazante?
¿Acaso miras hacia otro lado, cuándo ves un sarcófago y una tumba abierta y una sombra oscura y tenebrosa lo acorrale y lo espante?
“Joreman" Jorge Enrique Mantilla- Bucaramanga septiembre 13-2023
Comentarios1
"no saberla vivir a plenitud, es como estar en medio de un estruendoso precipicio, buenas reflexivas letras ...Saludos
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