Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.
Concernientes al último eclipse guardo
unos papeles donde escrito está
todo lo acontecido en el pasado
Intento, mas que saber, desconocer,
pues perderme siempre, porque ya
me he encontrado, pero no quiero quedarme aquí
sino seguir fluyendo a feliz destino
por este río eterno camino al cielo: placer sin fin,
y nada es cierto, ni parece serlo
Me levantaré rebelde rompiendo el velo
que nos impide ver bien el sentido
que debe haber detras de este misterio
o truco de teatro, sueño
con el que a nosotros mismos nos engañamos;
la maldita verdad nos haría daño!
Lúbrica la luz se transforma en sombra lujuriosa
y comienza la fiesta bajo una enjuta Luna siniestra
La lumbre rojiza de su prístina aura cae sobre el agua
salpicando el negruzco manto que el mundo tapa
El cielo verdoso rebosa savia entre otras cosas
como saliva de diosa y el amor que nos conecta
al calor del Sol, a su estela espiral, perfecta hipnosis
para esta nuestra poética consciencia, suprema metamorfosis;
tras mentirosas apariencias el alma verdadera se revela
Torbeyinos azules en el límite profundo
donde los renacidos realizan sus osadas hazañas
Arañas de humo bajo las máscaras ajadas
que insinúan caras adormecidas tras el muro oscuro
Ayí las sombras de amaneceres anteriores
se envuelven de jazmines entre los juguetones gorriones
y hay un panteón tendido sobre la parda hojarasca
como el torso de un guerrero que verde sangra
Entonces enmudezco oyendo ecos de batayas,
besos que se van, aunque ya no estaban,
sonrisas transparentes que se pierden al parpadear
Y me entristezco tanto que yoro por nada
mientras la cadencia sagrada encanta estas palabras
y alguna luz ignota genera otra singular realidad
A María C.:
Surte versos que emanan sentimiento
tu corazón, como un pobre huérfano,
latiendo, a pesar del enorme peso
de no poder dar cuerpo a su recuerdo
Voz que se hundió entre silencio
Todo coexiste en un solo tiempo
Cada alma es un precioso pétalo
en la gran flor de nuestro universo
La energía transforma radicalmente
la luz ardiente en sombra o nieve,
como a los seres en polvo de nebulosa
Nunca nada se pierde, ni se agota
la fuerza de la fé que nos mueve
hacia el remoto saber que vela la muerte
- Autor: Original Oriflama Infinita ( Offline)
- Publicado: 14 de septiembre de 2023 a las 14:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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