**~Me Quedo Aquí XIII~**

Me Quedo Aquí XIII

Me quedo aquí como zinc,

y hecho a la medida,

como elemento químico,

que no es destrozado ni muerto,

o como dos hidrógenos y un oxígeno,

que me da agua limpia,

sin sal ni tempestades alguna,

y con un enlace de hidrógeno con carbono,

no es igual al doble enlace sin energía,

me quedo aquí, 

pues, el tiempo es como el oro,

o como la plata que es como se relata,

y quedo con el platino como hierro,

insolvente en mi forma de ser,

me quedo aquí

como un aumento en calcio que rompe huesos,

y en demasía irremediable desenfreno,

el veneno que no cae en mi forma de ver,

al cielo y a la Tierra,

me quedo aquí,

pues, con el yodo no aguantan mis heridas,

en sanar con bastante curativo,

me quedo aquí,

con el tiempo en decadencias,

y una verdad efímera,

y que ni con plomo,

mis pies no aguantan el equilibrio,

y ni el mercurio lo soportan las heridas,

me quedo aquí,

como un derrumbe total de elementos químicos,

con los cuales, no ofrecen nada a mi mal tiempo,

sino que las heridas quedan,

el mal manejo queda sin destino,

y el mal intrascendente no se va,

y ni con color neón,

me derribas del trance,

y con un helio que ni flotando,

va mi cuerpo hacia el cielo,

me quedo aquí,

pues, mi rumbo es incierto,

pues, mi ocaso es el sol,

y la lluvia es mi H2O,

pues, es mi oro,

el tiempo que no caduca,

y la plata que no relata,

más mi mundo hacia el nuevo destino,

y el He como símbolo químico de un helio que no va,

a flotar mi cuerpo en trance alguno,

y mi calmada piel,

que no aguanta más el frío desenlace,

de amar bajo el imperio sesgado y oblicuo,

cuando es irreverente lo inocuo,

y trascendental de un mal comienzo,

y que no se sabe dónde terminar,

y como un color del azufre en la ictericia,

de mis ojos abiertos,

si soy como un zombie sin destino frío,

si cuando con un fósforo,

se enciende mi vida con el calor como pólvora sedienta,

que dice que el tiempo acabó,

me quedo aquí,

pues, como el cloro,

que no blanquea el color,

de un sólo mal desastre,

y como un flúor en mi dentadura,

que no enreda mi saliva en ser como soy yo…      

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez

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