Zapatos Viejos
Esto es algo de la vida real que me sucedió a los 21 años en la ciudad de Guatemala, la capital de mi país Guatemala.
Sí, la capital se llama igual que el país, a mis antepasados no les importó lo repetitivo, pero más que nada, el ahorro en todo, es considerado una necesidad y virtud. ¿Pa'qué usar dos palabras diferentes?
Lo cual nos trae como inspiración a este escrito.
La pobreza y la necesidad tan rampante en nuestros países. (Eh, de nuevo esa palabra que tan campante he usado)
Rápidamente ayer, como relámpago la mente me trasladó a 1971, cuando yo felizmente subiendo rangos en una empresa que suministraba artículos y materiales para arquitectos e ingenieros, la cual me abrió sus puertas un año antes, me ofreció la posición de administrar y entrenar nuevos empleados, en un nuevo local de la gran urbe, la Ciudad Guatemala.
Esa ciudad era bella, cara, lujosa, desordenada, aterradora, sucia, limpia, nueva y vieja, millones de gentes, (si te lograbas allí, te lograbas en cualquier parte del mundo.)
En mi primer día, saludé a los dos empleados que serían mis asistentes, les conté mis deseos de comprarme nuevos zapatos, inmediatamente me dijeron de una zapatería a una cuadra de mi local.
Siendo yo jefe y de 21 años, les dije, ya regreso muchachos. Y me fui a la zapatería a comprarme nuevos zapatos.
Regresé al negocio, feliz con mi nuevo par de zapatos, e inmediatamente me puse a pensar qué hacer con los viejos, no estaban tirados a la desgracia todavía, pero era muy notable que estaban desgastados, y ese día ni siquiera los llevé a lustrar como era la costumbre en ese tiempo, (Hoy en día es difícil encontrar la gran cantidad de lustradores de aquella época)
Pues decidí ponerlos ordenadamente en la acera al lado del negocio. Luego nosotros tres observamos desde adentro lo que aconteció.
Parece inventado, pero es la pura verdad, vimos llegar frente a los zapatos a un hombre más pobre que nosotros, parar y contemplar, al ver que nadie lo veía, (estábamos escondidos adentro,)
Se quitó sus zapatos mucho más viejos y sucios que los míos, y los dejó en su lugar, llevándose una sonrisa de satisfacción en su cara.
Nosotros no podíamos contener la sorpresa y la risa, pero pronto se nos paró el corazón, cuando vemos llegar a otro tipo, que se miraba de más pobreza, al ver esos zapatos viejos, y mirar sus pies calzados de un par de caites, viejos y sucios, por supuesto. Los cuales dejó en el mismo lugar donde yo había colocado los míos hacía no más de 20 minutos.
Yo salí a ver los caites, estoy más que seguro que apestaban, y me regresé adentro, tan pronto como lo hice, vi venir a un charamilero descalzo, lo juro, era como si la vida me estaba tendiendo una obra de comedia, hecha a la medida para un joven 21 años.
El charamilero descalzo paró inmediatamente, y sin ver para ningún lado y sin decir nada, se clavó los caites, y se marchó feliz.
Tommy Duque
Sep 24 2023
Riverview, Michigan.
Copyright © Derechos Reservados.
Charamilero: Un beodo, borrachín.
- Autor: Tomasito (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de septiembre de 2023 a las 00:30
- Comentario del autor sobre el poema: Dejo abiertos los comentarios, por si quieren agregar sus pensamientos al respecto.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Classman, Antonio Martín, José Luis Galarza, Mauro Enrique Lopez Z., Freddy Kalvo, Juez, yunque, David Arthur, MISHA lg, lacarmentere, Annabeth Aparicio, Aqua Marina
Comentarios10
y uno que cree que ya estan pa´la basura y hay personitas que los necesitan poet a
hermosas letras
gracias por compartir
Yo salí a ver los caites, estoy más que seguro que apestaban, y me regresé adentro, tan pronto como lo hice, vi venir a un charamilero descalzo, lo juro, era como si la vida me estaba tendiendo una obra de comedia, hecha a la medida para un joven 21 años.
besos besos
MISHA
lg
Gracias MISHA linda por tu dulce comentario.. besitos
La pobreza no tiene límites. Bonita historia
Gracias por tu comentario hermano, y es cierto, siempre hay alguien más pobre, y más rico, que uno.
✌️🎸
Conclusión con esta bonita historia; siempre habrá alguien más pobre que nosotros, me gustó el desarrollo de tu vivencia, pues todos salieron contentos, incluido tú, con zapatos nuevos y relucientes.
Un abrazo para Guatemala y otro para ti.
Es cierto hermano, y es una lección, para que nunca refunfuñemos a la vida por no tener todo lo que nos gustaría, pues siempre habrá quien tenga menos.
Feliz día mi hermano.
✌️🎸
Y todavía los usa....
Y no es cuento Carlos, pero ahora están colgando de un alambrado eléctrico en una calle antigua de mi pueblo. 😄
SE LOS PONEN LAS PALOMAS...???
Tommy placer leerte tus bellas letras saludo abrazo fraterno bendiciones
Gracias Maurito, feliz día para ti y los tuyos..
🎸🎸✌️🎸✌️
Hay de pobres a pobres hermano, aunque el último que se llevó las chanclas era un lumpen.
Me gustó tu historia. Gracias por compartirla.
Abrazos fraternales.
Gracias a ti Freddy, aprendí una nueva palabra: Lumpen..😄
Yo tuve una experiencia igual. Me da un poco de vergüenza decirlo... Llevaba un tiempo sin calzado. Qué digo un tiempo. Andaba solo con chancletas o sandalias o como sea que les digan en los otros países, por más de dos años.
En fin, sólo tenía dos pares de esos, y mi tía del extranjero me envió unos tenis, unos zapatos de marca bellísimos. Pero a mí no me gustaban mucho, y casi no los usaba, porque yo soy muy objetivo. Yo cuando salgo es a hacer ejercicio y a la tienda o a visitar a alguien, por lo que estarme poniendo zapatos me incomoda un poco. En lo personal hasta me parece una pérdida de tiempo... ¿Por qué gastar cinco minutos de mi vida para poner una media, luego la otra media, y finalmente cada uno de los zapatos? Mejor uso chancletas que me demoro cinco segundos en colocármelas... En fin, esto no viene muy a cuento, pero lo digo para dar a entender la increíble casualidad que me ocurrió.
Era un día cualquiera e iba a comprar algo a la tienda. Me coloco mis chancletas y antes de ponérmelas, no sé por qué motivo, me da por mirar a mis zapatos casi nuevos que apenas uso, y se me antoja colocármelos, sin razón alguna... Y encima iba a la tienda de la esquina, por lo que en realidad ni siquiera había que caminar mucho.
Estando yo en la tienda llega un hombre. Era un vagabundo. Tenía la cara sucia, ropa ajada y con cortes, visiblemente flaco, más bien desnutrido, y con un aspecto sumamente miserable... No llevaba zapatos... Iba descalzo aquel hombre por la cera... Hacía tanto calor y esa cera de seguro estaba sumamente caliente...
La cabeza me dio tantas vueltas ese día.
Jajajaja, o sea que el pobre siguió descalzo...😄😄🎸✌️
Gracias por tu comentario y anécdota hermano Juez.
Por cierto, tuve que volver a buscar en Google la palabra rampante... Se me había olvidado otra vez qué significaba 😂🤣
Una lección de vida poeta , pero de comedia tiene poco .Más bien diría yo un drama tan real como la vida misma
Un abrazo
Ciertamente hermano, la vida misma es una tragicomedia.
Pero ay vamos montándola a pelo, sin silla.
✌️🎸
Una hermosa historia Tommy.
Un abrazo amigo
David
Thanks brother, life itself teaches good lessons.
Que pases un bue día hermano.
🎸✌️🎸✌️
Moraleja: siempre habrá alguien que esté peor que uno.
Hay que "valorar" lo que tenemos y ser agradecidos.
Me gustó tu historia Tommy🤗
Gracias Carmencita por tu paso, y tu atento comentario...
🌹🌹🌹🌹
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