Escucho tu voz que me condena
a vivir encadenado de ilusiones
esclavizandome a los deseos insatisfechos
que me obligan a la productividad estéril.
Comprendo la vida que me ofreces.
Sirvo a tu merced como hechizada,
me muevo en el intento de devolver
luz al pensamiento plegado de deseos
materiales. Y vida al cuerpo yerto
que deambula como ciudadano ciego
de la metrópoli que me ataca el entendimiento
e imanta mis acciones al ritual cotidiano.
Servil te obedezco, sin corazón para sentirme auténtico,
esbozo una sonrisa mediocre que mengua mis escrúpulos. Y tu sigues en tu engaño.
Día a día avanzo hacia el abismo que ambos hemos creado.
Infértil paz del alma, ingenuo odio,que azuza en los oídos. Debiles quebrantos, cuando soy edificación viva del engaño
Creo, reconstruyo y sibrevivo en este mundo de ignorantes
que convocan a pintar de celeste las mentiras
con las cuales de a poco me voy mimetizando.
- Autor: Isel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de septiembre de 2023 a las 01:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Violeta
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