Ahí yacían, ... sobre la acera,
coprotagonistas del improvisado plató:
el pequeño charco de sangre,
el horror, la sospecha y el silencio
-ese silencio que aturde-
junto al malherido níquel de unas llaves
y cuatro o cinco monedas a juego.
Y por encima de todo, el escalofrío
que deroga los estómagos.
Olía la calle como a sueños sin usar,
a primavera, a sábado de feria,
a día de circo.
Sensuales maniquíes, azules imposibles
y olas paradisiacas clonados en pantallas 4K.
Milagros tecnológicos a plazos
para estrenar tras los cristales
también intervenían en la escena
(dentro de sus limitadas posibilidades)
La policía repartía órdenes
y oxazepam los psicólogos.
Rebajas y cláxones aguardaban mudos
el desenlace de lo ya finiquitado.
Abrazos, lágrimas, miradas cruzadas
como abrazos.
Hasta el humo de los coches
destilaba ahora humanidad.
Todo era uno: la tibia tristeza
que aprieta e iguala a los distintos,
el asombro, el pulso de los transeúntes,
el rictus nervioso en sus rostros.
Y también el perro pekinés con jersey de lana,
el culo perfecto de la rubia del cuarto,
la insolente barriga del portero
o la tienda de apuestas, inauditamente vacía,
(incluso las entumecidas funcionarias
de aquella sede pública
a la vuelta del Centro comercial)
Esa incipiente llovizna,
la boca del metro masticando el tráfico de preguntas,
el éter gran angular de los edificios centenarios,
el sol amargo y feliz de la cerveza,
las palomas municipales bañadas
en luz neón y la nube de teléfonos móviles...
Todo, todos y todo junto eran uno
y tan poco, por aquellos largos minutos,
ante ese cuerpo roto al que le faltaba un zapato
-de aquel hombre del calcetín rojo-
frente al supremo espectáculo,
al arte inescrutable y transgresor
de la muerte en vivo y en abierto.
- Autor: Luis 091 ( Offline)
- Publicado: 25 de septiembre de 2023 a las 12:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: CARLOS ARMIJO R...✒️, yunque, alicia perez hernandez
Comentarios3
😮
🙂
Muy bueno Luis , joder se podía sentir el aleteo de esas palomas , el olor a humedad de la lluvia mansa y ese olor dulce de la sangre
Una escena digna del scorsese
Un placer de lectura
Muchas gracias, Yunke,
me alegra saber que te gustó el poema.
Un abrazo compañero.
Gracias por vuestra amable lectura
Omaris,
Nitsuga
y Alicia.
Saludos cordiales compañer@s
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