Un poco como todos

Enrico Espino

Veloces recorren las palabras

su trayecto de emoción a materia,

un poco tú

como todos los que aman

Solange Schiaffino

 

Soy el recuerdo y algo que presiento

en la madura cima del vigía;

un poco como todos los que aman

el baile de la sílabas sonoras

y el cálido vibrar de los orgasmos.

 

Nunca tuve dos pares de esperanzas

para correr bien cerca de los sueños;

un poco como todos los que corren

tras de sí, tras del alma, tras la pena

que te edifique, poco a poco, canto.

 

Tengo, sí, mi porción de piel herida

y sonrisas, por tristes, deseadas;

un poco como todos los que, pronto,

se aprisionan, sin más, en los espinos

sin pensar ni en la espina ni en lo amargo.

 

Detrás de las morrallas del silencio

tuve voz que, por verde, fue sincera;

un poco como todos los que brotan

desde el fondo del vértigo y el cáliz

de la mar, de lo humilde, del arraigo.

 

Me arrullaron los vientos que se embrean

a las palmas, moriches y cañadas,

un poco como todos los que habitan

los aromas del sur del miserere

y las sombras ardidas del encanto.

 

Soy niño que, por hombre, no renuncia

a la mágica senda del asombro;

un poco como todos los que saben

que hombría no es el hombre ni la fuerza

que pierde con el paso de los años.

 

Atravesé, desnudo, las semblanzas

de las sombras dormidas en mi boca;

un poco como todos los que un día

descubren que los morbos nos inquieren

desde el fondo de un beso recordado.

 

El día que mis labios se encendieron

tronaron balalaicas ya por siempre;

un poco como todos los que, hondo,

aprenden los caminos indecentes

y admiran a los cristos y a los santos.

 

Muchas veces perdí cordura y letra

en carne y pulpa y grana de una ninfa,

un poco como todos los que truecan

en pulso contenido los deseos

y en lluvia lujuriosa los recatos.

 

Ha mucho estuve enfermo de arrogancia

y bebí de la vida, despectivo;

un poco como todos los que tienen

el burbujeo efímero del tiempo

en mano adolescente aprisionado.

 

Nunca pude saber si existo apenas

o me inventan las gentes que yo sueño;

un poco como todos los que duermen

en la utopía propia de la vida

y muriendo descubren su letargo.

 

Tuve y tengo la urgencia del poeta

de interrogar las cosas que tropiezo;

un poco como todos los que intuyen

que el silencio del cosmos es lo único

que merece la pena ser contado.

 

Descubrí que en un verso cabe el mundo

y en él un universo de universos;

un poco como todos los que aprenden

a encerrar los pasados en un signo

y en el símbolo darse por hallados.

 

En fin, que tanto tuve poco y nada

que es poco más de lo que quise y quiero;

un poco como todos los que esperan

laurel, azul, campanas y que siempre

desesperan, de esperas, ya cansados.

 

Y yo me voy dormido en la memoria

pues soy recuerdo y algo que presiento;

un poco como todos los que sienten

que la vida es un sueño que se sueña

y la muerte es vibrar en otro estado.

 

Y así sabrás a qué renuncio, ávido

de abstracciones miles en el alma,

de sones, claroscuros y te quieros

para ser y no ser en esta vida

en que somos un poco como todos.

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Comentarios +

Comentarios1

  • Eugenio Sánchez

    Muy buen poema.
    Gracias por compartirlo.
    Un abrazo desde Perú.



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