La primera vez que te vi, las palabras se desvanecieron en el aire,
La segunda, una sonrisa se escapó sin permiso,
La tercera... Me rendí a tu encanto,
Tu sonrisa, tus ojos, tu cálida presencia.
Cada día te veía sonreír,
Iluminabas cada día,
Iluminabas cada momento,
Iluminabas mi vida.
Ironías del amor, me alejé de ti en mi torpeza,
Vaya paradoja, ahora que recuerdo los momentos más absurdos que creaba,
Ahora, rememorando estos,
Me reprocho mi inmadurez, mi cerrazón.
Pero me gustaría que me veas ahora
He avanzado, aunque sea un poco,
Avancé, en estos largos años, poco, pero avancé
¿Qué pensarás ahora de mí?
Comparto tus recuerdo con otros,
Pero mis ojos se empañan cada vez que lo hago,
Con el tiempo que pasa los recuerdos se vuelven borrosos,
¿Qué pensarás de mí ahora?
Tu más ilustre enseñanza fue sonreír,
En eso fallé, pero intento, en serio lo intento,
y es tan difícil... te extraño demasiado.
Pero por ti, sonrío,
Por ti, sigo adelante,
Por ti, busco ser la mejor versión de mí mismo,
Pero te fallaría si no lo hiciera también por mí.
Porque sé que en mi lugar, tú continuarías,
Al menos, eso desearía que hicieras.
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