Mantener la puntualidad de la palabra.
Vivir tan preocupados por el momento justo, por el sentido de decoro apropiado.
Que no nos damos cuenta que nunca se está a punto, que siempre vamos con retraso, con idioteces, con elucubraciones alquímicas de niño y planta, mineral y animal.
Nunca damos en el punto y siempre perdemos la batalla naval que es el lenguaje conversacional.
Pero que más da ser inoportuno, como si la vida fuera un cumulo de oportunidades, acaso el momento se repite, acaso hemos comenzado a creer en la objetividad pura del decir.
No lo creo, solamente nos conformamos con aquello de la creencia en el es por algo, aún no nos animamos a decir lo indecible, lo que llega a destiempo, por el respeto a la temporalidad ajena. Cuando se rompan esos márgenes comenzaremos a hablar en serio. Mientras tanto sigamos corriendo detrás de sentidos, sentires, resonancias, voces. Mientras tanto sigamos esperando a que llegue la hora, en silencio, mirando el celular, cargados de nervios.
Mientras tanto abramos la boca para gritar pero solo soltemos un insonoro aire.
- Autor: Cuervo pelirrojo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de octubre de 2023 a las 00:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
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