A MI MADRE ENFERMA
Unos ojitos muy negros
cerrados ante los míos,
una boquita que no habla
cuando la llamo al oído,
un pecho que no respira
con el ritmo de la vida,
un corazón legendario
latiendo sin alegría;
un cuerpo que fue caliente
sintiendo el inmenso frío,
una manitas sin fuerza
que no santiguan mi frente,
unos labios tan nerviosos
que los besos no confían,
una palabras sin alma
que están matando la mía.
Comentarios4
Las ausencias de estímulos son tal y como tu las reflejas y cobran sentido en un poema cuando se refieren a un ser querido
Saludos
Asi es, jvnavarro, una enfermedad cruel puede ser davastadora para el enfermo y para los familiares. Recibe un saludo muy cordial.
JAGC
Buenos días.Mi madre se fue en silencio. De ser parlanchina se volvió ausente.No obstante, siempre le hablamos con voz natural y al oído con palabras amorosas y de agradecimiento.Le gustaba Gardel y le poníamos su música.Nunca dejes de hablarle al oído, es tu espacio para despedirte, con amor y agradecimiento.Gracias, por compartir desde tu alma.Mis respetos.
Gracias, Raiza, por leer mi poema y por el consejo. Abrazos del alma.
Si eres lectora te voy a recomendar este libro:
Sobre la muerte y los moribundos de la Dra. Elisabeth Kübler-Ross.
Ella fue una sobreviviente de la 2da. Guerra Mundial. Como médico y analista, se dedicó a auxiliar a los moribundos y, a crear técnicas humanas de acompañamiento, para los familiares que están despidiéndose de la vida. Lo más grande que podemos hacer, cuando nuestros seres queridos están muriendose, es despedirlos con agradecimiento y ningún reproche. En esos momentos, no hay espacio para culpas y ni reclamos.Tuve la oportunidad de recibir sus enseñanzas y pienso que fue el tiempo y el dinero mejor invertido de mi vida.Cuando puedes despedir a los tuyos, sin reproches y sentimientos de recor o culpa, te quedas ligero de equipaje y con una certeza del deber cumplido.Los hijos no estamos para juzgar y/o cusar a los padres. Más bien, para agradecer y perdonar, los errores de lado y lado. Mis bendiciones.
Una manitas sin fuerza
que no santiguan mi frente, hermosos versos a tu madre ...me ha encantado eso de santiguan cómo extrañamos eso una costumbre muy nuestra ....Abrazo desde mi Alma
Si, yo también añoro las mañanas cuando ella me santiguaba antes de salir a la calle. Gracias por leerme y por tu comentario. Abrazos del alma.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.