No sos como yo, por tanto no pensas como yo
yo que me considero único, te veo extraño,
tu extraña manera de saludarme me sorprende y me distancia,
no te pareces a mi.
Aunque tenes un cuerpo parecido al mio,
también el mono se aproxima,
pero esa forma de pensar,
me resulta bárbara.
Bárbaro eres si no pensas como yo,
yo vengo de una cultura natural,
como natural es mi lengua a mis conciudadanos
de donde eres, hay muchas lenguas.
Tu desnudo inmoraliza nuestra mirada,
tu provocación inmoral atesta nuestro espíritu,
es natural de donde vengo vestirse,
es natural en los animales andar desnudos.
Por eso digo, casi te pareces a mi,
pero no sos igual a mi.
Ni pensas como yo,
ni eres como yo,
Tu mente rebajada como un niño se comporta.
eres inferior a mí, hasta tu lengua te delata.
Tu idolatría espanta y aterra las almas buenas y bondadosas,
vivis en la oscuridad.
Comes la carne cruda, incluso insectos,
mi refinamiento me obliga a vomitar solo verte comer
Los animales se comen unos a otros y tu te los comes a ellos.
No sos como yo.
Eso eres, un desventurado de Dios,
necesitas mi tutela, seré tu amo y tú mi vasallo
comerás decentemente, tendrás la libertad de trabajar,
de respirar, de vivir hasta que tu mente dicte lo contrario.
No sos como yo, ni eres como yo;
lo natural es que seáis mi esclavo,
aprenderás de entre los hombres las costumbres
y luego, ya veremos.
Que los doctos de Salamanca discutan,
lo justo o lo injusto de este dilema,
sos mi esclavo,
así resuelvo el problema.
En el nuevo mundo manda el hombre,
que se apega a los principios claros,
al que se le ha dado inteligencia
y una fe divina.
La preclara idea de los sabios antiguos
han dejado el testimonio de lo divino,
que el animal como el simio
no se le entregó el completo dominio.
Al hombre que de Europa vino
antojase de estas tierras de indios,
encontrasen con seres incompletos
que requieren conducimiento.
Ni sabe de aprovechamiento,
de tanto terreno cedido,
Dios le hado el tiempo
hasta que la Reina vino.
Acabose el desprecio que por el comercio tiene,
que por falta de ciudades no se parece a lo convenido
por tanto sin religión,
que no es un ser humano, hemos concluído.
Comentarios2
Un poema muy entrañable y con una gran carga emocional
Me ha gustado
Un saludo
Desprecio, altanería, odio, diría resentimiento ante lo contrario, lo frágil, lo débil, lo menesteroso, pero en América existía ya el mismo mal. Realmente el indígena es humano, y su conquistador un falso profeta y sus vasallos.
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