No busques en las palabras mías
El amor que en un poema te he dado
Cuánto te amo, lo hago por escrito
Y cuando me expreso, lo hago callado.
Que no te sorprenda en la mañana
El sublime rocío que gotea en cada hoja
Aunque la lluvia no haya caído,
Ni el porque una rosa
De pronto parezca más roja
Ni el porque la almohada se siente más fría.
Y que no te extrañe
Que mi silencio sea un muro tras el eco
Dónde aguarda esa palabra de idolatría
De quién te piensa, más no te busca
Y lo hace contra su voluntad, cada día.
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