La morena en la alborada
se bañaba en blancas aguas.
La morena en la alborada
se quitaba sus enaguas.
Rociaba en sus cabellos
una luz grácil y dorada
y entre sus brazos al alza
se dibujaba un par de alas.
Los ruiseñores le cantaban
y entre el alba se asombraban.
Las ramas se mesían
por tal morena en claras aguas.
Mas solo ella se vestía
de pureza en la alborada.
Ranas y peces sorprendidos
entre sus piernas se paseaban.
Y al caer la noche las
luciérnagas le alumbraban.
Grillos con sus patas
melodías le entonaban.
Aquella luna de plata
le revestía sus enaguas.
Y entre la brisa del alba
al ocaso, la dicha le rociaba.
Aves, peces, ranas...
entre el agua y la alborada
le rendían canto y culto;
a la morena la adoraban.
Comentarios2
Para mi es un romance muy bien escrito y expresado, con la métrica adecuada y con un contenido muy de acorde con lo que es la poesía adaptada a este tipo de literatura. Todo lo demás fácil de entender y muy concretizado.
Igual me equivoco en lo de romance, pero es lo que me ha salido del alma.
Tu me dirás si estoy en lo cierto?
Un saludo
Muchas gracias por tan lindo comentario, que bueno que te gustó. De hecho es una casida, una casida es una composición lírica hispanoárabe. Un exponente de esta corriente era Federico García Lorca. Saludos y grandioso día.
Me ha encantado tu poema muy sonoro rítmico y sentir que se va colando ....Abrazo
Muchas gracias, Lale, si, así es, me gustó igual mucho, saludos, bonito tu día.
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