Varada el alma quedó en su pena
el amor al irse le dio solo oscuridad
más el corazón se alió en la condena
y mi cuerpo se amarró a la soledad.
La lágrima al caer ya no fue eterna
el silencio no escuchó mi piedad
la tristeza también salió a la escena
y mi carne sintió toda la crueldad.
Como un rayo paso todo de prisa
que el dolor se llevó mi última sonrisa
y en el naufragio yo me he quedado.
Con la confusión de este laberinto
donde me aferro a mi propio instinto
para escapar de las garras del pasado.
- Autor: Jorge L Amarillo ( Offline)
- Publicado: 6 de octubre de 2023 a las 11:32
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: yunque
Comentarios2
Crujiente como unas patatas fritas cuando se les mete el diente y en el silencio se oye un sonido que rompe la monotonía del instante. Muy bonito
Me ha gustado
Un saludo
gracias Jose !
Muy bueno poeta me gustó sobremanera la última estrofa
Un abrazo
gracias Yunque !
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