Pasó el amor y se curó la herida
pero quedó el poema
prisionero en la belleza
de todo lo sentido
y sus versos fueron
más fuertes que el destino.
Pasó el amor y quedaron
las palabras amaestradas,
dormidas sobre el tálamo
blanqueado del recuerdo.
El poema quedó
edificado en versos
como un templo en Atenas:
solemne y en ruinas.
Comentarios4
Esos poemas que así se escriben quedan para siempre
Un saludo y abrazo
Saludos. Así es. Un abrazo.
El poema quedó
edificado en versos
como un templo en Atenas:
solemne y en ruinas.
Realmente me encantó ese cierre. Esa comparación con las ruinas de Atenas, que por ser ruinas no dejan de ser arte y maravilla.
Saludos.
Muy buen poema... me encantó en especial el verso de cierre, todo el poema es muy bueno, gracias por compartirlo
Gracias a ti por tu lectura.
Me gusta tu lirismo.
Eso ya es un premio.
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