Tarazona, febrero de 2012
No seré yo viejo
cuando cumpla muchos años,
ni cuando la enfermedad me rinda,
ni cuando las ilusiones sean
deseos irrealizables,
no,
yo comenzaré a ser anciano
cuando alguien,
en una conversación,
me acaricie la cara
como respuesta a mis frases.
Hace días pasé
cariñosamente mi mano
por la mejilla arrugada de mi madre,
al responderme,
con una frase imposible,
a una cuestión
puramente prosaica,
y, en ese roce filial,
noté el prólogo inicial
de la vejez de mi madre.
- Autor: jagc (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de octubre de 2023 a las 03:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Lale Neda, Martha patricia B, EN4VERSOS
Comentarios3
De qué forma tan bonita hasta tratado el tema de la vejez y amor a tus padres
Un saludo fuerte
Fue un momento muy especial que viví hace años, jvnavarro. Gracias por la lectura y comentario. Saludos del alma.
Bellísimo poema ..ese roce filial ...con esa caricia al ver que en realidad ya está envejeciendo un ser querido ....se vadiluyendo ...ha tocado mi fibra ...Abrazo desde mi alma
Muchas gracias Lale. Es cierto: solamente con el roce de la mejilla de mi madre, supe, a ciencia cierta, que ya nada sería igual. Abrazos desde mi alma.
Tierna y singular manera de captar esa etapa en la vida de tu madre.
Saludos.
Gracias por la lectura y el comentario, ENCUATROVERSOS, Recibe mis saludos.
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