Te quiero querer, Salvatrice

Te seré absurdamente sincero, en este pobre y frívolo mundo lleno de hambre, muertes y pobreza, lleno de gente que se levanta para ir a laburos de mierda, que todos odian, lleno de mujeres con miedo a amar y hombres que les cuesta hacerlo, yo te quiero querer, y no como quiero a una amiga, no como quiero a Tauna, te quiero como para conocerte, como se conoce a uno mismo, conocer que cosas te gustan y que cosas te molestan. Quiero conocer cada manera de reír que tenés, cada manera de llorar que padeces, que es lo último que decís antes de ir a la cama y lo primero que decís al despertar. Quiero conocer tus ruidos al callar y tus silencios al gritar, tus mañas mensuales, tus antojos semanales. Quiero conocer lo que han silenciado tus lágrimas, lo que a nadie has contado. Quiero conocer en que calles has sufrido, en cuales reído, en cuales gritado y en cuales has callado. Quiero escuchar la música que pones cuando estudias, cuando limpias, cuando te bañas. Quiero ser el causante de tus alegrías e, inevitablemente, de tus tristezas, no te mentiré, si me abrís tu corazón en algún momento voy a lastimarte, hay días que soy un pelotudo. Quiero que tus amigas me quieran algunos días y me odien otros. Quiero que me celes. Quiero que me inspires. Quiero escribirte, se mi musa en tardes de domingo. Quiero contarte las 3 cosas que más amo en esta vida, la primera es el otoño, y creo que tus ojos me lo harían recordar cada estación, la segunda es el rock y te recordaría en cada canción de Fito y la tercera es la poesía, y a vos, Salvatrice, te dedicaría “te quiero” de Benedetti.

Permitime desnudarte y conocer tus miedos, te prometo mostrar los míos. Permitime desnudarte y conocer tu peor versión, prometo no huir, solo si vos también te quedas al lado de este cursi narcisista. Permitime desnudarte y hacerte el amor, no cogerte, ya cogí con otras, esto va más allá de banalidades. Permitime quererte, yo quiero quererte, y tal vez más que quererte.