En los pasillos de un lugar sereno,
donde la vida y la esperanza se entrelazan,
se escuchan susurros de fortaleza,
y se aferra el alma a la vida que abraza.
En camas blancas reposan sueños,
mientras suspiros de dolor se entrelazan,
pero en cada latido, en cada aliento,
se defiende a la vida, se enfrenta a la muerte.
El aroma a desinfectante llena el aire,
mientras batallas se libran en silencio,
los médicos, guardianes incansables,
con sus manos expertas tejieron un lienzo.
En cada habitación, un rastro de esperanza,
en cada sonrisa, un rayo de luz,
los enfermos, luchadores incansables,
aferrándose a la vida, sin darle tregua a la cruz.
La muerte acecha en cada esquina,
pero aquí se la desafía con coraje,
se levanta la voz, se alzan las plegarias,
y el amor se convierte en un escudo salvaje.
En el hospital, donde el dolor se transforma,
en fuerza y valentía, en compasión y amor,
se escriben historias de resiliencia,
y se enfrenta a la muerte con fervor.
Hoy, en este poema hospitalario,
se honra a aquellos que luchan sin cesar,
se rinde homenaje a su valentía,
y se celebra el milagro de la vida al brillar.
Aférrate a la vida con todas tus fuerzas,
defiéndela con cada latido de tu ser,
pues en cada amanecer y aliento que tomes,
la muerte se desvanece, y la vida florece con poder.
- Autor: Jessaim Malave (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de octubre de 2023 a las 00:56
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: elisain maldonado, Mauro Enrique Lopez Z.
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