Observaba la vela de aquella mecha cómo lentamente se consumía, tal vez por la soltería de mis ganas porque así yo quería, pues ya no desearía alguna otra mentira.
Ya que de agonía mi ser se enfermaría.
La vela se derretía mis ganas de escribirte se desvanecían cómo las gotas de está vela que lloraban al ver cómo la mecha se despedía, para no sentirme a oscuras agarré otra y las junte, ambas brillaban en su nota pero la gaviota paso dejandome, una hoja yo con mí pluma redacté con cara sonroja, iluminando alba pero el barco nunca encontró el faro ni la nota.
Choque con las rocas cómo varios que conocieron derrota, hundiendo al ser encontrando luz cuándo la vela sé ahogo
en noche rota.
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