Inesperadamente se me cayeron
en el mar del olvido los rosales pardos
que punzaban mi mente y que aromaban
yertos jardines ocres.
Inesperadamente…
Sucumbieron al paso de nuevos soles,
de nuevas primaveras, de nuevos ojos.
y con ello nació nueva semilla.
Inesperadamente fue para bien,
ya que nuevos fulgores pecho iluminan.
Y al hoy, cielos eclipsan lechosos astros
inesperadamente.
- Autor: Sebas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de octubre de 2023 a las 17:46
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 7
Comentarios1
Una poesía muy sentida y con mucha belleza
Un saludo y un abrazo
Muchas gracias por la lectura, bendecido día ☕
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