Las emociones que crecen
entre los surcos del alma
dan vida hasta que perecen
y nos hunden en la calma.
Surgen de pronto ilusiones
que iluminan, como el alba,
entresijos y rincones
escondidos en el alma.
Hay deseos imperiosos,
de esos que todo lo inflaman,
que dejan luego rescoldos
a un soplo de arder con llama,
y surgen, en ocasiones,
fantásticas o nefastas,
devoradoras pasiones
que todito lo devastan.
A veces hay tentaciones,
superables, ya se sabe,
bien por medio de oraciones,
o bien cuando en ellas caes.
Cumplidos o insatisfechos,
estos anhelos del alma,
como demuestran los hechos,
se quedan al fin en nada,
porque la vida se encarga
de sofocar las pasiones,
que con el tiempo se apagan,
y de agostar ilusiones.
Y cuando, a veces, asoman
los recuerdos del pasado
te arrepientes más, no es broma,
de aquello que no has osado.
© Xabier Abando, 04/10/2023
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- Autor: Xabier Abando ( Offline)
- Publicado: 21 de octubre de 2023 a las 21:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Perez Ortola, JAGC, alicia perez hernandez, Flor de otoño
Comentarios1
Son las reverberaciones de la vida las que revolotean en estos versos sentidos.
Saludos cordiales.
Si, Rafael, la vida reverberando, con intensidad, la que merece la pena. Saludos y gracias por leer, apreciarlo y comentar.
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