Garantiza la vida de nuestro amor en su agonía
sellando con los labios el aliento del amor,
ese que nace de tu mundo y de mi mundo,
y no derrames fluidos de sal desde la ventana
de tu alma, disimula el reconcomio que nace en ti
y no inundes de dolor a las llanuras de tu faz,
intenta siempre mantenerte con serenidad
y que ufanamente aprisiones de formas diversas la fidelidad de tu quietud;
yo… a pesar de las premuras, mi visión quiere adherirse
a cada una de las súplicas que en silencio tu voz
me grita siendo gobernada de elocuencia en su mutismo;
pero los destellos desde el cielo no pueden fenecer,
a pesar de que la mordacidad del sino es sanguinaria,
persistamos siempre, que sea férvido tu afán,
porque los destellos tendrán la luminosidad
para motivar eternamente a la nobleza de las voces,
es inevitable la retirada de mi presencia,
pero nunca deben cesar las frases y las canciones
que desbordarán palabras en las alboradas
llenándose de la esencia sumamente grata… si ahora lloras
los amaneceres perderán toda esperanza
de amar con fervor, se tornarán mustios
y reinará en sus centros las zozobras,
porque la dicha emprenderá su viaje,
y las albas se escabullirán en la rivera
dejando a nuestra historia vagabunda y postrimera.
- Autor: GDA ( Offline)
- Publicado: 23 de octubre de 2023 a las 23:50
- Categoría: Amor
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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